lunes, 28 de octubre de 2013
domingo, 27 de octubre de 2013
El cadáver estaba muerto
ÁLEX GRIJELMO El País | 27 OCT 2013
Lo publicó un diario madrileño el 1 de junio: “Ayer por la mañana se practicó la autopsia al cadáver del fallecido”.
Realmente nos dejaba ya muy tranquilos saber por esa frase que las autopsias se les practican a los cadáveres, pero todavía nos quedamos más a gusto cuando supimos que esos cadáveres están muertos.
El genio del idioma no quiere que se diga con dos palabras (o más) lo que se expresa a la perfección con una. Y eso encuentra una explicación en la máxima de relevancia que definió el filósofo de la lengua inglés Paul Herbert Grice (1913-1988).
La máxima de relevancia constituye una de las reglas de cualquier conversación en la que dos interlocutores intentan entenderse. Y consiste en que todo lo que cuentan ha de ser relevante (adecuado, pertinente) para la idea que desean transmitir. Lo superfluo queda eliminado antes de pronunciarse, y así se añade significado a la individualidad de cada término. Si una palabra está presente, será por algo: tendrá un sentido propio, igual que las demás.
Y como el buen estilo y la buena comprensión tienden a la economía de vocablos, ningún término puede resultar gratuito. El receptor entenderá siempre que si una palabra figura en una oración, es porque añade significado. Y si no lo añade, dificulta el entendimiento o engaña (a menudo sin que exista esa intención).
Por ejemplo, el 28 de junio a las 8.42 se pudo oír en una emisora española que narraba el encarcelamiento de Luis Bárcenas: “Le tomaron las huellas dactilares de los dedos de sus manos”. Lo cual da a entender que a veces las huellas dactilares se toman de algún otro lugar del cuerpo.
Y si contásemos que las calles de la ciudad se hallaban cubiertas de “nieve blanca”, entonces la máxima de relevancia nos invitaría a pensar que existe nieve de cualquier otro color. [...]
La redundancia de significado no relevante (es decir, con palabras prescindibles) se denomina “pleonasmo”, vocablo procedente del griego pleonasmós (“sobreabundancia” o “exageración”). Como sucede con el colesterol y con las amistades, hay pleonasmos buenos y pleonasmos poco recomendables. Los buenos añaden expresividad, ironía… algo: “Cállate la boca”, por ejemplo. Y los pleonasmos malos no suelen añadir nada: “El estadio estaba completamente abarrotado”, “es totalmente gratis”, “vio un falso espejismo”, “se aprobó con la unanimidad de todos los grupos” (ejemplos extraídos de los periódicos).
La política y el periodismo abundan en pleonasmos malos. Y queríamos llegar hasta aquí para preguntarnos si la abundancia de pleonasmos no implicará que algunas personas están dejando de creer en la fuerza de muchas palabras y en sus significados redondos; y si eso explicará tal vez el desmedido uso del adverbio “absolutamente” entre quienes hablan en público: estamos absolutamente felices, absolutamente decididos, absolutamente seguros. Quienes se expresan así imaginan acaso fisuras en las palabras más sólidas; o quizás esos vocablos se les han desgastado por su desempeño falso y artificial. [...] Leer más
Lo publicó un diario madrileño el 1 de junio: “Ayer por la mañana se practicó la autopsia al cadáver del fallecido”.
Realmente nos dejaba ya muy tranquilos saber por esa frase que las autopsias se les practican a los cadáveres, pero todavía nos quedamos más a gusto cuando supimos que esos cadáveres están muertos.
El genio del idioma no quiere que se diga con dos palabras (o más) lo que se expresa a la perfección con una. Y eso encuentra una explicación en la máxima de relevancia que definió el filósofo de la lengua inglés Paul Herbert Grice (1913-1988).
La máxima de relevancia constituye una de las reglas de cualquier conversación en la que dos interlocutores intentan entenderse. Y consiste en que todo lo que cuentan ha de ser relevante (adecuado, pertinente) para la idea que desean transmitir. Lo superfluo queda eliminado antes de pronunciarse, y así se añade significado a la individualidad de cada término. Si una palabra está presente, será por algo: tendrá un sentido propio, igual que las demás.
Y como el buen estilo y la buena comprensión tienden a la economía de vocablos, ningún término puede resultar gratuito. El receptor entenderá siempre que si una palabra figura en una oración, es porque añade significado. Y si no lo añade, dificulta el entendimiento o engaña (a menudo sin que exista esa intención).
Por ejemplo, el 28 de junio a las 8.42 se pudo oír en una emisora española que narraba el encarcelamiento de Luis Bárcenas: “Le tomaron las huellas dactilares de los dedos de sus manos”. Lo cual da a entender que a veces las huellas dactilares se toman de algún otro lugar del cuerpo.
Y si contásemos que las calles de la ciudad se hallaban cubiertas de “nieve blanca”, entonces la máxima de relevancia nos invitaría a pensar que existe nieve de cualquier otro color. [...]
La redundancia de significado no relevante (es decir, con palabras prescindibles) se denomina “pleonasmo”, vocablo procedente del griego pleonasmós (“sobreabundancia” o “exageración”). Como sucede con el colesterol y con las amistades, hay pleonasmos buenos y pleonasmos poco recomendables. Los buenos añaden expresividad, ironía… algo: “Cállate la boca”, por ejemplo. Y los pleonasmos malos no suelen añadir nada: “El estadio estaba completamente abarrotado”, “es totalmente gratis”, “vio un falso espejismo”, “se aprobó con la unanimidad de todos los grupos” (ejemplos extraídos de los periódicos).
La política y el periodismo abundan en pleonasmos malos. Y queríamos llegar hasta aquí para preguntarnos si la abundancia de pleonasmos no implicará que algunas personas están dejando de creer en la fuerza de muchas palabras y en sus significados redondos; y si eso explicará tal vez el desmedido uso del adverbio “absolutamente” entre quienes hablan en público: estamos absolutamente felices, absolutamente decididos, absolutamente seguros. Quienes se expresan así imaginan acaso fisuras en las palabras más sólidas; o quizás esos vocablos se les han desgastado por su desempeño falso y artificial. [...] Leer más
sábado, 26 de octubre de 2013
Una lengua cambiante y múltiple
SERGIO RAMÍREZ | El País | 26 OCT 2013
Sergio Ramírez, escritor nicaragüense |
Soy un escritor de una lengua vasta, cambiante y múltiple,
sin fronteras ni compartimientos, que en lugar de recogerse sobre sí misma se
expande cada día, haciéndose más rica en la medida en que camina territorios,
emigra, muta, se viste y de desviste, se mezcla, gana lo que puede otros
idiomas, se aposenta, se queda, reemprende viaje y sigue andando, lengua
caminante, revoltosa y entrometida, sorpresiva, maleable. Puedo volar toda una
noche, de Managua a Buenos Aires, o de la ciudad de México a Los Ángeles, y
siempre me estarán oyendo en mi español centroamericano.
Español de islas y tierra firme, deltas, pampas,
cordilleras, selvas, costas ardientes, páramos desolados, subiendo hacia los
volcanes y bajando hacia la mar salada, ningún otro idioma es dueño de un
territorio tan vasto. Me oirán en la Patagonia, y en Ciudad Juárez, un
continente de por medio, y en el Caribe de las Antillas Mayores, y en el arco
del Golfo de México, y del otro lado del dilatado Atlántico también me oirán, y
oiré, en tierras de Castilla, y en las de Extremadura, y en las de León, en las
de Aragón. Y en Guinea Ecuatorial, y en el desierto saharaui. Nos oiremos,
hablaremos. Sabremos de qué estamos hablando, porque en la lengua, somos
idénticos, estamos ungidos por la misma gracia.
Augusto Roa Bastos es un híbrido del español y el guaraní,
de otra manera no existiría Hijo de Hombre. La sintaxis
quechua entra en la escritura de José María Arguedas, de otra manera no
existiría Los ríos profundos. Sin la lengua yoruba, congo o
mandinga y su profundo palpitar de tambores, no existiría Songoro
Cosongo de Nicolás Guillén, ni Tuntún de pasa y grifería de
Luis Palés Matos, y sin el quiché tampoco Hombres de Maíz de
Miguel Ángel Asturias.
Aguas revueltas de ríos distintos, una sola en su vasta y
caótica diversidad que ya del lado de los emigrantes hispanos a Estados Unidos,
se vuelve más vasta y sigue nutriéndose y transformándose. Porque una lengua
viva, que emigra, y no se queda enclaustrada en su propia casa, siempre lleva
las de ganar.
Cuando en América hablamos acerca de
la identidad compartida, nuestro punto de partida, y de referencia común, es la
lengua. No somos una identidad étnica, no somos una multitud homogénea, no
somos una raza, somos muchas razas. La diversidad es lo que hace la identidad.
Tendremos identidad mientras la busquemos y queramos encontrarnos en el otro.
Pero somos una lengua, que tampoco es homogénea. La lengua desde la que vengo,
y hacia la que voy, y que mientras se halla en movimiento, me lleva consigo de
uno a otro territorio, territorios reales o territorios verbales.
Estratos geológicos superpuestos, palabras escondidas abajo,
y encima la agobiante modernidad que trastoca los vocablos que buscan el cauce
de las necesidades tecnológicas, porque quien no inventa tecnología tampoco
inventa los términos de la tecnología, y entonces la lengua abre sus valvas
para recibir esas palabras ajenas, y volverlas propias, el inglés como antes el
árabe. Leer más
El ecuatorianismo más ecuatoriano, el nicaraguayismo más nicaragüense, la palabra en espanglish más autóctona de Estados Unidos
http://blogs.elpais.com/papeles-perdidos/2013/10/atlas-sonoro-y-7-elige-las-palabras-de-nicaragua-ecuador-y-estados-unidos.html
¿Cuál es el ecuatorianismo más ecuatoriano? Cuál es el nicaraguayismo más nicaragüense? ¿Cuál es la palabra en espanglish más autóctona de Estados Unidos?
Winston Manrique Sabogal | El País | 24 OCT 2013
Ecuador: YAPA
Gabriela Alemán. La yapa es algo adicional, un regalo. Cuando tenía diez años en todas las panaderías de Quito se daba una yapa a los clientes habituales, eran uno o dos panes que establecían un pacto de amistad. En uno de esos viajes de ida y vuelta la yapa llegó, en época de la colonia y a través de Louisiana, al inglés como lagniappe. Enchufe TV, canal en youtube de humor ecuatoriano, ha devuelto a la yapa al día a día de los ecuatorianos con sus microyapas semanales. Aquí una de ellas.
Gabriela Alemán. La yapa es algo adicional, un regalo. Cuando tenía diez años en todas las panaderías de Quito se daba una yapa a los clientes habituales, eran uno o dos panes que establecían un pacto de amistad. En uno de esos viajes de ida y vuelta la yapa llegó, en época de la colonia y a través de Louisiana, al inglés como lagniappe. Enchufe TV, canal en youtube de humor ecuatoriano, ha devuelto a la yapa al día a día de los ecuatorianos con sus microyapas semanales. Aquí una de ellas.
Nicaragua: CHUNCHE
Sergio Ramírez. Un chunche es una cosa y cualquier cosa, un comodín que salta sin descanso, mueble, aparato, herramienta, vehículo. “Montarse en unchunche”, “pásame ese chunche, “quitá de allí ese chunche”..., jamás se aparta de la boca y también es el sexo de una mujer, chunchito, o su admirado trasero: “Qué soberano chunche”.
Sergio Ramírez. Un chunche es una cosa y cualquier cosa, un comodín que salta sin descanso, mueble, aparato, herramienta, vehículo. “Montarse en unchunche”, “pásame ese chunche, “quitá de allí ese chunche”..., jamás se aparta de la boca y también es el sexo de una mujer, chunchito, o su admirado trasero: “Qué soberano chunche”.
Estados Unidos: PARQUEADERO
Sergio de la Pava. Nuestra palabra tiene su origen sospechoso en elspanglish o, mejor, el espanglish. Los idiomas son herramientas de los humanos no al reverso, así que si toca combinarlos para ser entendido con rapidez, como frecuentemente le toca al inmigrante, pues así crecen nuestras raíces. Solo cuida, cuando estés parqueando el carro, que no te den un ticket.
Sergio de la Pava. Nuestra palabra tiene su origen sospechoso en elspanglish o, mejor, el espanglish. Los idiomas son herramientas de los humanos no al reverso, así que si toca combinarlos para ser entendido con rapidez, como frecuentemente le toca al inmigrante, pues así crecen nuestras raíces. Solo cuida, cuando estés parqueando el carro, que no te den un ticket.
El peruanismo más peruano, el paraguayismo más paraguayo, el dominicanismo más dominicano
http://blogs.elpais.com/papeles-perdidos/2013/10/atlas-sonoro-6-elige-las-palabras-de-peru-paraguay-y-republica-dominicana.html
¿Cuál es el peruanismo más peruano? Cuál es el paraguayismo más paraguayo? ¿Cuál es el dominicanismo más dominicano?
Winston Manrique Sabogal | El País | 23 OCT 2013
¿Cuál es el peruanismo más peruano? Cuál es el paraguayismo más paraguayo? ¿Cuál es el dominicanismo más dominicano?
Winston Manrique Sabogal | El País | 23 OCT 2013
Perú: HUACHAFO
Iván Thays. Aunque se considera un sinónimo de cursi, su significado es más amplio y va de lo gramatical a lo sociológico. La huachafería es imitar o pretender ser lo que no es. Además, está relacionado a lo ostentoso, falta imperdonable en un país donde se sobrestima el perfil bajo. Su uso es tan subjetivo que resulta incluso huachafo el andar señalando las huachaferías de los demás.
Paraguay: CURUVICA
José Pérez Reyes. De origen guaraní con sufijo español, se trata del pequeñísimo fragmento resultante de la trituración algún material sólido. Como un párrafo desprendido de una obra. Viene al caso porque los escritores por ejemplo, juntamos palabras como curuvicas y de esa suma de restos sale un texto.
República Dominicana: OLLA
Rita Indiana Hernández. La olla es un lugar caliente y letal, pequeño infierno donde terminan los desempleados, viven los pobres y al que hacen referencia constante los de la clase media. El que dice toy en la olla o toy en olla está quebrado, desbaratao, sin un chele. La olla es también un adjetivo, una obra de arte al igual que el discurso de un político puede ser o estar olla(horrible, pobre, ridículo). La isla es una olla adentro de otra. ¡Quéolla!
martes, 22 de octubre de 2013
El argentinismo más argentino, el salvadoreñismo más salvadoreño, el venezolanismo más venezolano
http://blogs.elpais.com/papeles-perdidos/2013/10/atlas-sonoro-5-elige-las-palabras-de-argentina-el-salvador-y-venezuela.html
Winston Manrique Sabogal | El País | 22 OCT 2013
Winston Manrique Sabogal | El País | 22 OCT 2013
¿Cuál es el argentinismo más argentino? Cuál es el salvadoreñismo más salvadoreño? ¿Cuál es el venezolanismo más venezolano?
Argentina: BOLUDO
Juan Gelman. Es un término muy popular y dueño de una gran ambivalencia hoy. Entraña la referencia a una persona tonta, estúpida o idiota; pero no siempre implica esa connotación de insulto o despectiva. En los últimos años me ha sorprendido la acepción o su empleo entre amigos, casi como un comodín de complicidad. Ha venido perdiendo el sentido insultante. Ha mutado a un lado más desenfadado, pero sin perder su origen.
Juan Gelman. Es un término muy popular y dueño de una gran ambivalencia hoy. Entraña la referencia a una persona tonta, estúpida o idiota; pero no siempre implica esa connotación de insulto o despectiva. En los últimos años me ha sorprendido la acepción o su empleo entre amigos, casi como un comodín de complicidad. Ha venido perdiendo el sentido insultante. Ha mutado a un lado más desenfadado, pero sin perder su origen.
El Salvador: CIPOTE
Horacio Castellanos Moya. Palabra de uso común sinónimo de niño,
joven, adulto inmaduro. Es exclusiva de El Salvador, donde no se le asigna
ninguno de los significados castizos (hombre grueso o torpe, miembro viril).
Nunca se entendería en El Salvador, por ejemplo, la frase “se le templó el cipote”. Un
clásico de la literatura salvadoreña, Cuentos de cipotes, de
Salarrué, relata historias de niños. Y a nadie se le ocurriría en el país
relacionarlo con Los once mil falos, de Apollinaire.
Venezuela: BOCHINCHE
Rafael Cadenas. No es propiamente un venezolanismo, pero es “voz de origen americano”, según asienta Francisco Javier Pérez en su Diccionario Histórico del Español de Venezuela y añade que es “una de las voces más expresivas del español”. Inicialmente, solo tuvo el sentido de fiesta escandalosa, luego significó desorden, alboroto, tumulto, después pasó al ámbito político. Francisco de Miranda la hizo célebre cuando al ser derrotado, al comienzo de la guerra de independencia, exclamó sobre su tropa:“Bochinche, bochinche, esta gente no es capaz sino de bochinche”. Y bochinchero se aplica a alguien irresponsable, falto de seriedad.
Rafael Cadenas. No es propiamente un venezolanismo, pero es “voz de origen americano”, según asienta Francisco Javier Pérez en su Diccionario Histórico del Español de Venezuela y añade que es “una de las voces más expresivas del español”. Inicialmente, solo tuvo el sentido de fiesta escandalosa, luego significó desorden, alboroto, tumulto, después pasó al ámbito político. Francisco de Miranda la hizo célebre cuando al ser derrotado, al comienzo de la guerra de independencia, exclamó sobre su tropa:“Bochinche, bochinche, esta gente no es capaz sino de bochinche”. Y bochinchero se aplica a alguien irresponsable, falto de seriedad.
El españolismo más español, el bolivianismo más boliviano, el hondureñismo más hondureño
Las palabras más autóctonas de España, Bolivia y Honduras
Winston Manrique Sabogal | El País | 21 OCT 2013
España: CONTRADIÓS
Álvaro Pombo. Es un coloquialismo español que se usa para designar un disparate (una cosa absurda o contraria a la razón). Francisco Umbral, en El Mundo (23-4-90): “Una democracia capitalista es un imposible metafísico, uncontradiós”. Otro ejemplo, de mi cosecha: “¡Entrar en casa con los tenis embarrados es un contradiós!” (dicho por una madre cabreada). Me parece una expresión esencialmente española, una mezcla de teología y falta de lógica: se pone a Dios (que es la contradicción absoluta) como análogo de la razón o el sentido común. Dios y las cosas divinas y católicas están grabadas a fuego en nuestro léxico y en nuestros usos lingüísticos.
Álvaro Pombo. Es un coloquialismo español que se usa para designar un disparate (una cosa absurda o contraria a la razón). Francisco Umbral, en El Mundo (23-4-90): “Una democracia capitalista es un imposible metafísico, uncontradiós”. Otro ejemplo, de mi cosecha: “¡Entrar en casa con los tenis embarrados es un contradiós!” (dicho por una madre cabreada). Me parece una expresión esencialmente española, una mezcla de teología y falta de lógica: se pone a Dios (que es la contradicción absoluta) como análogo de la razón o el sentido común. Dios y las cosas divinas y católicas están grabadas a fuego en nuestro léxico y en nuestros usos lingüísticos.
Edmundo Paz Soldán. Es alguien de la high society, y la connotación suele ser negativa. Los jailones viajan a Miami o Punta Cana de vacaciones y solo van a los bares de moda. Los jailones no entienden Bolivia porque son...jailones. Se llevarían bien con los fresas mexicanos o los chetos argentinos.
Honduras: PIJA
María Eugenia Ramos. La palabra pija (denominación
del pene) y sus derivados tienen tantas y tan diversas acepciones en el habla
hondureña que se ha convertido en parte de nuestra identidad. Es una palabra pijuda, es
decir, muy buena, porque con ella expresamos desde entusiasmo a la
indiferencia, pasando por el enojo y estados alterados de conciencia. Se usa
como sustantivo, verbo y adjetivo. “Me voy a la pija” significa
me voy lejos. “Me vale pija”, no me importa; “estar a pija”, estar
furioso, pero también estar borracho; pijinear, irse de
fiesta, de parranda. Ser pijudo o pijuda es
ser una buena persona o algo muy bien hecho.
sábado, 19 de octubre de 2013
El chilenismo más chileno, el costarricismo más costarricense, el cubanismo más cubano
http://blogs.elpais.com/papeles-perdidos/2013/10/atlas-sonoro-3-las-palabras-mas-autoctonas-de-chile-costa-rica-y-cuba.html
Las palabras más autóctonas de Chile, Costa Rica y Cuba
Winston Manrique Sabogal | El País | 20 OCT 2013
Costa Rica: TUANIS
Carlos CortésNo viene de too nice, como machaca el cómico mexicano Adal Ramones cuando nos imita, sino de la jerga militar del salvadoreño Malespín en el siglo XIX. Al sustituir la e por la a y la o por la i se crean tuani (bueno), peli (malo) y muchas más. El uso le añadió la s. ¿Todo tuanis? (como pregunta y afirmación) ¿Tuanis o agüevado? (como lema) Tuanis es todo y nada.
Cuba: ASERE
Wendy Guerra
En la colección de cubanismos acopiados por Argelio Santiesteban se asienta esta palabra como originaria de África, especialmente de la religión carabalí. Algunos dicen que significa “Yo te saludo”, otros dicen que en lucumí significa “loco”, pero lo cierto es que la nueva generación de cubanos refiere a Asere y Asere que bolá como el saludo más popular y común que ya nos distingue en el mundo.
Chile: PATIPERRO
Antonio Skármeta
Los chilenos tenemos patas de perro. Abandonamos nuestros lares con frecuencia tras vagas ensoñaciones o por apremiantes necesidades que nos impulsan a dejar el país. Encerrados en una tierra estrecha entre el mar y la cordillera de los Andes queremos romper límites, curiosear. El patiperreo con el lenguaje nos ha dado grandes poetas.
Antonio Skármeta
Los chilenos tenemos patas de perro. Abandonamos nuestros lares con frecuencia tras vagas ensoñaciones o por apremiantes necesidades que nos impulsan a dejar el país. Encerrados en una tierra estrecha entre el mar y la cordillera de los Andes queremos romper límites, curiosear. El patiperreo con el lenguaje nos ha dado grandes poetas.
Costa Rica: TUANIS
Carlos CortésNo viene de too nice, como machaca el cómico mexicano Adal Ramones cuando nos imita, sino de la jerga militar del salvadoreño Malespín en el siglo XIX. Al sustituir la e por la a y la o por la i se crean tuani (bueno), peli (malo) y muchas más. El uso le añadió la s. ¿Todo tuanis? (como pregunta y afirmación) ¿Tuanis o agüevado? (como lema) Tuanis es todo y nada.
Cuba: ASERE
Wendy Guerra
En la colección de cubanismos acopiados por Argelio Santiesteban se asienta esta palabra como originaria de África, especialmente de la religión carabalí. Algunos dicen que significa “Yo te saludo”, otros dicen que en lucumí significa “loco”, pero lo cierto es que la nueva generación de cubanos refiere a Asere y Asere que bolá como el saludo más popular y común que ya nos distingue en el mundo.
El colombianismo más colombiano, el guatemalismo más guatemalteco, el puertorriquismo más puertorriqueño
http://blogs.elpais.com/papeles-perdidos/2013/10/congreso-de-la-lengua-las-palabras-mas-autoctonas-de-colombia-guatemala-y-puerto-rico.html
Las palabras más autóctonas de Colombia, Guatemala y Puerto Rico
Winston Manrique Sabogal | El País | 19 OCT 2013
Colombianísimo es el uso indiscriminado de la palabra vaina, comodín universal que para todo sirve. Exclamamos ¡qué vaina! cuando se trata de un desastre, y ¡qué buena vaina! para referirnos a un triunfo e incluso a la salvación. Para precisar su extenso significado, suele utilizarse precedida por el pronombre demostrativo esa: Pásame esa vaina, decimos señalando con el índice, y podemos estar pidiendo desde una aguja hasta un elefante. Ya salí de esa vaina alude a cualquier alivio, desde curarse de un resfrío hasta ganar un juicio contencioso- administrativo. Al extranjero que visite estas tierras, familiarizarse con el múltiple y versátil manejo de vaina le ahorra tener que aprender español. En cuanto a amplitud de cobertura, vaina sólo es equiparable al omnímodo mierda (v. gr. queda en la mierda; se me perdió esa mierda; qué es esta mierda). El cosmos entero cabe envaina, que se destaca como concepto borgiano por excelencia aunque el propio Borges nunca lo haya utilizado: Vaina es el Alfa y el Omega; Vaina es el Aleph. Laura Restrepo
En 1974 se puso en circulación esta palabra de origen maya-mam, kaibil, para designar un tipo de comandos especiales que combatieron en la guerra contraguerrillas en Guatemala, los que se hicieron notorios por su crueldad extrema y porque participaron en numerosos actos de genocidio. Kaibil aparece casi a diario en la prensa guatemalteca, se usa tanto en relatos y novelas como en poemas y ensayos y películas documentales y de ficción.
El puertorriqueñismo por excelencia es el verbo "bregar". Yo brego, tu bregas, estamos bregando, eso lo bregamos ahora; " !chico, brega bien! ". Me imagino que la ubicuidad de la palabra explica todo un modo de vida. Hay que bregar mucho para vivir en Puerto Rico. Hay que estar dispuesto a negociar, resolver, resolverse, esquivar e inventar soluciones nuevas casi todos los días. Es decir que aquí en la Isla siempre estamos "en la brega". Vivimos, como argumenta nuestro gran ensayista Arcadio Diaz, del arte de "bregar".
Colombia: VAINA
Laura Restrepo
Laura Restrepo
Colombianísimo es el uso indiscriminado de la palabra vaina, comodín universal que para todo sirve. Exclamamos ¡qué vaina! cuando se trata de un desastre, y ¡qué buena vaina! para referirnos a un triunfo e incluso a la salvación. Para precisar su extenso significado, suele utilizarse precedida por el pronombre demostrativo esa: Pásame esa vaina, decimos señalando con el índice, y podemos estar pidiendo desde una aguja hasta un elefante. Ya salí de esa vaina alude a cualquier alivio, desde curarse de un resfrío hasta ganar un juicio contencioso- administrativo. Al extranjero que visite estas tierras, familiarizarse con el múltiple y versátil manejo de vaina le ahorra tener que aprender español. En cuanto a amplitud de cobertura, vaina sólo es equiparable al omnímodo mierda (v. gr. queda en la mierda; se me perdió esa mierda; qué es esta mierda). El cosmos entero cabe envaina, que se destaca como concepto borgiano por excelencia aunque el propio Borges nunca lo haya utilizado: Vaina es el Alfa y el Omega; Vaina es el Aleph. Laura Restrepo
Guatemala: KAIBIL
Rodrigo Rey Rosa
Rodrigo Rey Rosa
En 1974 se puso en circulación esta palabra de origen maya-mam, kaibil, para designar un tipo de comandos especiales que combatieron en la guerra contraguerrillas en Guatemala, los que se hicieron notorios por su crueldad extrema y porque participaron en numerosos actos de genocidio. Kaibil aparece casi a diario en la prensa guatemalteca, se usa tanto en relatos y novelas como en poemas y ensayos y películas documentales y de ficción.
Puerto Rico: BREGAR
Mayra Santos-Febres
Mayra Santos-Febres
El puertorriqueñismo por excelencia es el verbo "bregar". Yo brego, tu bregas, estamos bregando, eso lo bregamos ahora; " !chico, brega bien! ". Me imagino que la ubicuidad de la palabra explica todo un modo de vida. Hay que bregar mucho para vivir en Puerto Rico. Hay que estar dispuesto a negociar, resolver, resolverse, esquivar e inventar soluciones nuevas casi todos los días. Es decir que aquí en la Isla siempre estamos "en la brega". Vivimos, como argumenta nuestro gran ensayista Arcadio Diaz, del arte de "bregar".
El mexicanismo más mexicano, el panameñismo más panameño, el uruguayismo más uruguayo
http://blogs.elpais.com/papeles-perdidos/2013/10/las-palabras-mas-autoctonas-de-mexico-panama-y-uruguay.html
Winston Manrique Sabogal | El País | 18 OCT 2013
En México, “pinche” canceló su acepción normal para adquirir, no se sabe cuándo, las características de un epíteto derogatorio que sorprende por su omnipresencia y durabilidad.
Sinvergüenzura es el sustantivo de la infinitud y, en consecuencia, de la libertad absoluta. Una sinvergüenzura es comerse el mundo de un bocado. Es un escape –a veces son francamente inmorales las reglas morales- o el motivo de que exclames de repente, porque te nació de las vísceras: ¡Qué sinvergüenzura!, para quejarte o decir, oye, es asombroso que los humanoides seamos inmensos.
Las palabras más autóctonas de México, Panamá y Uruguay
¿Cuál es el mexicanismo más mexicano?, ¿Cuál es el
panameñismo más panameño?, ¿Cuál es el uruguayismo más uruguayo?
Con estos tres países empezamos la creación del Atlas
sonoro de las palabras más autóctonas del español. Lo hacemos en el
contexto del VI
Congreso Internacional de la Lengua que se celebrará en Panamá,
del 20 al 23 de octubre. Tres escritores de los países citados han elegido una
palabra […]. Es una manera de recordar la gran diversidad de una lengua hablada
por cerca de 500 millones de personas y que puede ser entendida por sus
hablantes en un 80%. Un idioma policéntrico, polifónico y en expansión.
México:
PINCHE
Por José Emilio Pacheco
Por José Emilio Pacheco
En México, “pinche” canceló su acepción normal para adquirir, no se sabe cuándo, las características de un epíteto derogatorio que sorprende por su omnipresencia y durabilidad.
El más amplio catálogo de acepciones lo consigna
el excelente Diccionario del español usual en
México de Luis
Fernando Lara en su segunda edición de 2009. Lara advierte que se trata de una
grosería: "Pinche” 1. Que es despreciable o muy
mezquino. 2. Que es de baja calidad, de bajo costo
o muy pobre.
“Pinche” puede ser un empleado, el hábito de fumar, la suerte,
un policía, una camisa, un perro, una casa, una persona, el mundo entero, una
comida, un regalo, un sueldo o bien lo que a usted se le ocurra. Se trata,
pues, de un epíteto que degrada todo lo que toca. Normaliza y vuelve aceptable
una furia sin límites contra algo que nos ofende y humilla pero no podemos
cambiar.
Admite grados y amplificaciones: “Esa novela me pareció un poco
pinche”. “El racismo es una actitud pinchísima”. A veces puede ser un
sustantivo inapelable: “No te lleves con él: es un tipo de lo más pinche.”
Puede adquirir el rango de injuria máxima: “No me vuelvas a hablar, hijo de tu
pinche madre.”
No sé cuándo empezó a emplearse y nunca he leído nada sobre su
origen. Ya que “pinche” en español común es “el ayudante de cocina”, sin
ninguna pretensión ni autoridad, se me ocurre que el término se originó en
tiempos de la hacienda y el latifundio. Nació entre los peones obligados
a trabajar la tierra para beneficio de los amos y que veían con
explicable resentimiento a quienes laboraban en ocupaciones serviles
dentro de la casa grande.
Si el uso está restringido a México, resulta algo anecdótico e
insignificante frente al hecho de que, a diferencia de tantos otros
idiomas, quinientos millones de personas podamos entendernos en nuestra lengua
materna. Es una “pinche” desgracia que muy pocas veces tengamos conciencia de
este prodigio.
Panamá:
SINVERGÜENZURA
Por Carlos Wynter Melo
Por Carlos Wynter Melo
Sinvergüenzura es el sustantivo de la infinitud y, en consecuencia, de la libertad absoluta. Una sinvergüenzura es comerse el mundo de un bocado. Es un escape –a veces son francamente inmorales las reglas morales- o el motivo de que exclames de repente, porque te nació de las vísceras: ¡Qué sinvergüenzura!, para quejarte o decir, oye, es asombroso que los humanoides seamos inmensos.
Uruguay:
CELESTE
Por Claudia Amengual
Algún distraído diría que el término celeste proviene de la camiseta de la selección de fútbol, pero lo cierto es que esta lo toma de nuestra bandera nacional. De ahí derivan expresiones populares como la celeste o soy celeste que han enriquecido el significado de este color y lo han transformado en una marca de la identidad nacional uruguaya.
Por Claudia Amengual
Algún distraído diría que el término celeste proviene de la camiseta de la selección de fútbol, pero lo cierto es que esta lo toma de nuestra bandera nacional. De ahí derivan expresiones populares como la celeste o soy celeste que han enriquecido el significado de este color y lo han transformado en una marca de la identidad nacional uruguaya.
jueves, 17 de octubre de 2013
El asombroso significado de las palabras
El bulto y el cangrejo
Álex Grijelmo |
La palabra periodista abarca lo mismo a quien se juega la
vida en una guerra que a quien se dedica a difamar sin mayor comprobación en un
programa de cotilleo. La palabra político ampara igual al que se enriquece a
costa de sus administrados que a quien lucha en la clandestinidad por lograr la
democracia. La palabra pintor nombra a quien da una mano más en la pared de la
casa y al genio que tiene sus cuadros colgados en El Prado. La palabra cáncer
nombra una enfermedad incurable y también una enfermedad que se cura.
Las palabras se petrifican en los diccionarios, pero el roce
con la realidad las activa para crecer o reducirse, para adaptarse a cada
situación. El contexto forma parte de su significado. Así, el verbo “encender”
no vale lo mismo en “enciende la leña” que en “enciende el televisor”. El color
de la palabra “rojo” no lo percibimos con la misma intensidad en “tiene un
coche rojo” que en “se puso rojo de vergüenza”. Además, cada etapa histórica
afecta también al sentido. La frase “vino en coche” dicha en 1820 no significa
lo mismo que “vino en coche” si se expresa ahora. Aquellos coches del siglo XIX
se movían por la potencia de los caballos, y los nuestros se mueven por los
caballos de potencia.
La palabra “cáncer”, hoy ambivalente, experimentará también
algún día una transformación en su sentido, gracias a los avances científicos,
como sucedió con gripe (en otro tiempo enfermedad mortal, y ahora apenas un
contratiempo). Actuará sobre ella el contexto, y se alterará el significado sin
que se modifique ni una letra del significante. Hoy en día ha perdido ya una
parte de su dramatismo, pero el proceso de cambio (como todo lo que concierne
al genio del idioma) se desarrolla con lentitud.
El lenguaje médico se incrustó en el léxico de la política
por su poder metafórico. La “vertebración territorial”, el “virus de
la violencia”, el “antídoto contra la corrupción”, la “salud de
la banca”, la “transfusión de liquidez”… El vocablo
"cáncer" forma parte de esas metáforas casi fosilizadas, y aquí
siempre con un valor negativo: “La pobreza es el cáncer de África”.
Puede ocurrir que la aplicación de ese mismo término a la
salud de las personas pase en unos decenios de lo grave a lo leve; y que sin
embargo el recuerdo de lo que fue permanezca en frases hechas con su viejo
sentido metafórico, como permanece aún el recuerdo de la tutía en el dicho “no
hay tutía”, que casi nadie relaciona ya con aquel ungüento medicinal. Así que
tal uso de “cáncer” no constituiría un problema, igual que la tutía no es ya
una solución.
Pero mientras todo eso no llegue (aunque llegará), el
término “cáncer” sigue asustando a los enfermos. Quizás muchos lo reciben como
un golpe peor incluso que sus propios efectos. Quizás otros prefieren la
expresión en su dureza. Pero a veces las palabras ayudan a curar, y por ello,
cuando se trata de cánceres que permiten esperar una solución, se entiende que
haya médicos que prefieran otra forma de comunicar el diagnóstico, sobre todo
si necesitan una reacción esperanzada. No un eufemismo, sino un vocablo que,
como la realidad, deje un margen para la lucha. Tal vez “tumor” pueda valer.
“Cáncer” no se asocia nunca con “benigno”, y evoca en su origen latino al
cangrejo cuyas patas atenazan al enfermo; pero “tumor” en latín sólo
significaba “hinchazón”, y para ser malo precisa de un adjetivo. Aunque parezca
increíble, la etimología de las palabras sigue influyendo en el olfato con el
que las percibimos.
domingo, 13 de octubre de 2013
Don Quijote y el catalán
Don Quijote avanza hacia Barcelona cuando se topa con Roque
Guinart, bandolero catalán que cabalgaba “sobre un poderoso caballo” y “con
cuatro pistoletes a los lados”. “Cuatro pistoletes”, escribe Cervantes; pero
incorpora una aclaración: …”que en aquella tierra se llaman pedreñales”.
El manco de Lepanto muestra así un reconocimiento ante la
diversidad cultural y ante la manera de llamar a las cosas en las tierras a
donde envía a su ingenioso hidalgo. El catalanismo “pedreñal”, en efecto,
nombraba un arma de mano a partir de la piedra que producía la chispa para su
disparo (la pedrenyera, o pedernal).
El encuentro del caballero de la triste figura con el
bandolero bonachón ofrece alguna enseñanza más. Aquellos forajidos, que se
cifran en cuarenta, rodean de improviso a Don Quijote y a Sancho “diciéndoles
en lengua catalana que estuviesen quedos y se detuviesen hasta que llegase su
capitán”. Y se infiere que los dos manchegos entienden perfectamente las
órdenes. Líneas más adelante, los bandoleros hablarán de nuevo “en su lengua
gascona y catalana”, sin que allí nadie se queje ni pida traducción. El diálogo
de Roque Guinart tanto con Don Quijote como con los capitanes españoles, los
escuderos y los peregrinos que van apareciendo por la escena se produce sin
hacer cuestión del asunto, en una situación de bilingüismo tácito que invita a
imaginar a cada uno comunicándose en su idioma.
El episodio da pie a deducir un Cervantes que asume el
léxico hermano (también escribe lladres, en vez de ladrones) y
que retrata el deseo de entendimiento de la época por encima de diferencias
entre catalanes y castellanos o bandoleros y caballeros. Leer más
jueves, 10 de octubre de 2013
Alice Munro, premio Nobel de Literatura 2013
Alice Munro |
La escritora canadiense Alice Munro ha ganado el premio Nobel de Literatura 2013. “Maestra del relato corto", según el dictamen de la Academia sueca, "su estilo es claro y de un realismo sicológico”. Munro, nacida en Wingham (Ontario) en 1931, es la decimotercera mujer que obtiene el galardón más importante de las letras universales y la primera que se apunta el tanto para el país norteamericano. Leer más
Lee el relato Los radicales libres
martes, 8 de octubre de 2013
Manuel Álvarez Torneiro gana el Premio Nacional de Poesía
El escritor Manuel Álvarez Torneiro (A Coruña, 1932) ha sido galardonado con el Premio Nacional de Poesía 2013 por Os ángulos da brasa (Tambo). El premio lo concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y está dotado con 20.000 euros. Este mismo poemario obtuvo el año pasado el Premio de la Crítica Literaria en gallego. Leer más Leer en gallego
Abril, poema incluido en Os ángulos da
brasa
Abril é penetrante ata drogar
a saúde que teño
a salvo nas palabras.
É fría, como un rancor, a auga
espida no meu rostro.
Agora estou durando espesamente.
A penuria levanta un alpendre de outono,
un circo de insufribles luminarias,
ofrece a súa maxia de cartón
es os tristes transformistas
que algunha noite cean un recordo
e unhas doses de calcio.
E pasan trens con vidros afumados,
con luces de sepelio, e soa
a canción onde ninguén
atopará acubillo.
Resiste aínda a muller da alcuza.
E os mortos fanse grandes,
entran a duras penas nalgún verso,
pechan o bulevar dalgunha aurora,
extravían un vulto mal atado
O fume fía os días do suburbio
e hai animais dobrados de fatiga
e a roupa sufrida que a suor embrutece,
o gasóleo dun luns iconoclasta;
e hai un destempo inmóbil e uns seos
vanamente esquecido.
Unha man amarela apaga o candelabro:
o que queda da tarde en esperpento.
Un sol sucumbe en ouro de holocausto.
E o mundo abre un hospital inútil
a onde levarán un neno roto
no infinito accidente deste tempo.
Abril son doce meses cada ano.
a saúde que teño
a salvo nas palabras.
É fría, como un rancor, a auga
espida no meu rostro.
Agora estou durando espesamente.
A penuria levanta un alpendre de outono,
un circo de insufribles luminarias,
ofrece a súa maxia de cartón
es os tristes transformistas
que algunha noite cean un recordo
e unhas doses de calcio.
E pasan trens con vidros afumados,
con luces de sepelio, e soa
a canción onde ninguén
atopará acubillo.
Resiste aínda a muller da alcuza.
E os mortos fanse grandes,
entran a duras penas nalgún verso,
pechan o bulevar dalgunha aurora,
extravían un vulto mal atado
O fume fía os días do suburbio
e hai animais dobrados de fatiga
e a roupa sufrida que a suor embrutece,
o gasóleo dun luns iconoclasta;
e hai un destempo inmóbil e uns seos
vanamente esquecido.
Unha man amarela apaga o candelabro:
o que queda da tarde en esperpento.
Un sol sucumbe en ouro de holocausto.
E o mundo abre un hospital inútil
a onde levarán un neno roto
no infinito accidente deste tempo.
Abril son doce meses cada ano.
sábado, 5 de octubre de 2013
Un romántico de Chiclana
Antonio García Gutiérrez |
Se cumplen 200 años del nacimiento de Antonio García
Gutiérrez (Chiclana de la Frontera 1813 –
Madrid 1884), un célebre escritor romántico que triunfó a los 22 años con El trovador.
Esta obra dramática se
estrenó en el Teatro del Príncipe de Madrid aclamada por el público. Al
finalizar tuvo que saludar desde el
escenario a los gritos de ¡El autor, el
autor!, lo que nunca había sucedido y que se convertiría en una tradición
en los estrenos de éxito hasta nuestros días. Esa obra de García Gutiérrez se
haría mundialmente conocida cuando Verdi la utilizó como argumento de una de
sus óperas más célebres, Il trovatore (1853).
García Gutiérrez se relacionó en Madrid con escritores
románticos representativos de la época: Espronceda, Larra, Ventura de la Vega,
Zorrilla. Leer más
viernes, 4 de octubre de 2013
La alta literatura es gimnasia para el cerebro
Feria del libro de Sevilla. 2013 |
El trabajo que Science publica este jueves
hace diana en el epicentro de la más profunda cuestión en la estética
literaria. [...] Leer
ficción literaria recluta las áreas cerebrales implicadas en la emoción social:
las que distinguen una sonrisa sincera de una falsa, detectan si alguien se
siente incómodo o evalúan las necesidades emocionales de familiares y amigos.
La ficción popular (como las novelas de espías o de amor y lujo) no lo hace, y
la estantería de no ficción tampoco lo consigue.
Las lecturas literarias también son únicas
en que estimulan la teoría de la mente, la facultad de ponerse en
la piel del otro. La razón, según publican en Science los
científicos de la Nueva Escuela de Investigación Social en Nueva York, es que
la alta literatura nos obliga a expandir nuestro conocimiento
de las vidas de otros, y a percibir el mundo desde varios puntos de vista
simultáneos. Leer más
jueves, 3 de octubre de 2013
Libros que explican el mundo
JAVIER RODRÍGUEZ MARCOS 3 OCT 2013
¿Qué libros debería leer un político (o un peatón, es decir,
un ciudadano medio) para entender el mundo actual? Cuatro expertos responden a
esa pregunta.
» Economía. Luis Perdices de Blas, catedrático
de Historia del Pensamiento Económico de la Universidad Complutense, recomienda
dos títulos que, dice, puede leer un lector culto sin ser economista. El
primero es Por qué fracasan los países, de Daron Acemoglu y James
A. Robinson, “imprescindible” porque trata del “marco institucional adecuado
—Estado, derecho de propiedad, seguridad en los contractos, etcétera—” para que
se produzca el crecimiento económico. “Además, expone las teorías que no
funcionan para explicar el atraso económico. No hay una receta para el
crecimiento, pero el libro argumenta bien lo que no ha funcionado”. El segundo
es Keynes vs. Hayek, de Nicholas Wapshott, en el que, añade
Perdices, se expone con claridad el debate entre intervención pública y libertad
económica: “Keynes y Hayek vivieron y sufrieron la crisis de 1929, que tiene
algunos rasgos parecidos a la actual. Los economistas empleamos las teorías de
Keynes o Hayek —con algunos matices y actualizaciones— en nuestras
argumentaciones”.
» Historia. Isabel Burdiel, catedrática de
Historia Contemporánea en la Universidad de Valencia y premio Nacional en 2011
por su biografía de la reina Isabel II elige un solo título: Postguerra,
del desaparecido Tony Judt, un titánico recorrido (1.200 páginas) por la
historia de Europa desde 1945 en el que el rigor no impide la claridad. “Ahora
que se impone el modelo asiático”, dice Burdiel, “el libro de Judt es una
perfecta explicación de lo que perdemos: el pacto social y político posterior a
la II Guerra Mundial”.
» Geopolítica. Profesora de Estudios Árabes e
Islámicos en la Universidad Autónoma de Madrid y premio Nacional de Traducción
el año pasado, Luz Gómez García propone dos títulos para entender un mundo que
no se acaba en Occidente. Empieza con un clásico publicado en 1978, Orientalismo,
de Edward Said, que “cuestiona la configuración de un Oriente a la medida de
los intereses occidentales, en particular en lo referente al mundo árabe”. Con
Said, explica, “se abrió la puerta a la descolonización del conocimiento. El
término orientalista ya es parte de la cultura contemporánea lo
mismo que kafkiano”. Su otra recomendación es un libro traducido en
España hace solo unos meses: Las naciones oscuras. Una historia del
Tercer Mundo, de Vijay Prashad: “Cuenta la historia de un mundo que no pudo
ser: en medio de la guerra fría, las naciones que buscaron vías de desarrollo
independientes vieron cómo las hegemonías capitalista o comunista bloqueaban
cualquier posibilidad de futuro alternativo”.
» Filosofía y literatura. La recomendación de
Jordi Llovet, catedrático de Teoría de la Literatura de la Universidad de
Barcelona, es múltiple, pero contundente: “Hoy cualquier político debería leer
a los chinos, sus pensamientos, su poesía, todo, porque son los que van a
mandar mañana. Y luego, Del espíritu de las leyes, de Montesquieu
(para que entiendan la importancia de la separación de poderes), el Tratado
sobre la tolerancia de Voltaire (para que sepan respetar al vecino) y Los
papeles póstumos del Club Pickwick, la novela de Dickens (para que tengan
sentido del humor)”.
» Internet. Para comprender los pros y contras
del ciberespacio, el especialista en cultura digital José Antonio Millán
recomienda dos ensayos recientes: Sociofobia. El cambio político en la
era de la utopía digital, de César Rendueles (“Twitter no ayudará a hacer
la revolución: el ciberfetichismo nos mantendrá distraídos en vez de en
acción”), y Big data. La revolución de los datos masivos, de los
autores Viktor Mayer-Schönberger y Kenneth Cukier (“Lo que estamos diciendo
sobre nosotros en la Red, y cómo lo van a usar”). Enlace
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