Mayra Santos-Febres
Al leer, accedemos a muchas lecturas a través de ojos
distintos a los nuestros. Accedemos a miles de experiencias a través de
sentidos y circunstancias que nos exceden, que nos amplifican. Leer es como
vivir la vida de otro por un instante y verlo descifrando los signos del mundo
que lo rodea. Leer es acceder a la experiencia del otro —sea reportero de
guerra, poeta de la corte del rey Luis XV, sabio y astrónomo de Chilam Balám,
escritora lesbiana de entreguerras en París o monja mística del barroco mexicano. Leer es una especie de transmigración. Quien
lee puede ser Otro, aprender modelos y patrones a través de los ojos de los
demás compañeros de especie. Es acceder a otros tipos de conciencia. Es decir,
que quien lee accede a mayores modelos y versiones del mundo que quien no lee;
conoce mejor su entorno, sobrevive mejor ya que puede echar mano a herramientas
más diversas para encarar los problemas (de supervivencia) que se le presentan.
Y siente más que los demás. Perdón, pero es cierto. La lectura crea complicidad.
Educa un tipo de sensibilidad y la va llevando al desarrollo de “a queer
individuality”.
El texto completo en Zenda
No hay comentarios:
Publicar un comentario