- El CDN estrena en una sola temporada de forma insólita siete obras de autoras vivas
El Centro Dramático Nacional (CDN), la mayor institución
pública teatral del país, ha programado esta temporada siete obras escritas por
mujeres vivas. La mayoría jóvenes, alrededor de los 30 y 40 años. Un hecho
insólito, pues la dramaturgia, como muchos otros oficios y disciplinas, ha
estado siempre dominada por hombres. En las últimas décadas las autoras
visibles en España han sido islas: Lluïsa Cunillé, Angélica Liddell, Itziar
Pascual, Carmen Resino, Yolanda Pallín, Lourdes Ortiz, Paloma Pedrero, la
propia Laila Ripoll y unas pocas más. Desde que se creó el Premio Nacional de
Literatura Dramática, en 1992, solo lo han logrado tres: Cunillé, Liddell y
Ripoll.
De izquierda a derecha, de pie, Lucía Carballal, Denise Despeyroux, Carolina África y Laila Ripoll. Sentadas, Lucía Miranda, María Velasco y Carolina Román. Carlos Rosillo |
Lourdes Ortiz, cuya obra Aquiles
y Pentesilea está justo ahora en cartel en el CDN, es la
más veterana de
las programadas por la institución y quizá por ello la más optimista. Ha visto
muchos cambios positivos en su larga trayectoria. “Hay varios fenómenos que han
contribuido al auge de las mujeres y nos permiten pensar que estamos mejorando.
Sobre todo ha influido la creación de la especialidad de dramaturgia en los
estudios de arte dramático, pues en las aulas casi siempre hay más mujeres que
hombres”, opina.
Laila Ripoll, que este año no ha estrenado en el CDN pero
fue la primera autora viva en ser programada en esta institución (Los niños perdidos, en 2005), es más
pesimista: “Se nos sigue tratando como a menores de edad. Siempre da la
sensación de que cuando nos llaman se cubre el expediente, el ‘cupo’. Por otra
parte no podemos prescindir de las cuotas. Mientras no haya paridad, son
necesarias”. “Quizá empezamos a tener más visibilidad, pero seguimos siendo una
excepción a la regla. Por eso toda iniciativa que tenga que ver con la igualdad
de oportunidades me parece más que necesaria”, coincide Carolina Román, que en
este momento tiene dos obras en cartel en Madrid, Adentro en el CDN y Río
seguro en el Teatro del Barrio.
De las mujeres, en las artes escénicas, se suele esperar que
sean actrices, no directoras ni mucho menos dramaturgas. Por eso quizá ellas
mismas ni siquiera pensaron de entrada que pudieran serlo. Y por eso tal vez ha
habido menos históricamente. “Me ha ocurrido en varias ocasiones que un
periodista o en algún acto donde he sido invitada se han referido a mí como
actriz. Imagino que esas personas iban con prisas, no habían leído mi
currículum y asumieron que era actriz. Y es curioso, pero cuando empecé quería
ser actriz. Quizá porque no tenía referentes de autoras”, explica Lucía
Miranda, programada en el CDN con su obra Nora,
1959.
Denise Despeyroux, que esta temporada ha despuntado con
varios estrenos como Los dramáticos
orígenes de las galaxias espirales, también quería ser actriz. “Siempre
quise dedicarme al teatro, pero en un principio jamás se me ocurrió ser
escritora. Los escritores eran hombres”, recuerda. Defiende también que se
exija la paridad en las instituciones: “Fui jurado de la tercera edición del
laboratorio de escritura teatral de la SGAE. El porcentaje de mujeres que
presentaron proyectos era altísimo, no había ninguna razón para que la
selección fuera tan desproporcionada (cinco hombres y una mujer). Tal vez cabe
observar que yo era la única mujer en el jurado y que a nadie le preocupó este
asunto más que a mí”.
¿Qué se ha perdido el público por la escasez de estrenos de obras
de mujeres? ¿Una mirada diferente, otra perspectiva? “La historia de la
literatura, del teatro, del cine… es eminentemente masculina, no podemos llegar
a imaginar hasta qué punto esto ha condicionado la visión que todos tenemos del
mundo. Como sociedad merecemos una cartera de narradores lo más variada
posible. Buenos, por supuesto, pero también diferentes entre sí. Aquí entra la
cuestión de género, pero también la racial y de clase”, opina Lucía Carballal,
que presenta este mayo en el Teatro del Barrio de Madrid su obra A España no la va a conocer ni la madre que
la parió y en junio Los temporales
en el CDN.
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