- La Academia presenta el Diccionario del Español Jurídico, una obra con 30.000 términos prevista desde su fundación en 1713
El español jurídico, pese a lo complicado que resulta para
el ciudadano no versado en leyes, es, de largo, el lenguaje técnico que más
influencia tiene en el idioma común. En el Diccionario de la Real Academia
Española, casi una décima parte de las entradas y acepciones llevan la marca
Der., de Derecho. Sin embargo, la corporación mantenía desde su fundación en
1713 una deuda con el lenguaje legal. El miércoles, ese compromiso de tres
siglos quedó saldado con la presentación del Diccionario del Español Jurídico
(DEJ), en el que, por primera vez, se emplean criterios lexicógráficos a más de
30.000 términos de todas las ramas de esta ciencia, a la vez técnica y
humanística.
Ilustración de Fernando Vicente
En la obra, dirigida por el secretario de la RAE y
catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad Complutense, Santiago
Muñoz Machado, han participado 150 juristas punteros, procedentes tanto de la
universidad como de la judicatura —entre los colaboradores abundan los letrados
del Tribunal Supremo—. En tiempo récord, desde noviembre de 2014, cuando la RAE
firmó un convenio con el Consejo General del Poder Judicial para mejorar la
calidad literaria y expositiva de autos y sentencias, han puesto en pie un
monumental compendio léxico.
La obra no está concebida para un lector concreto, sino como
una herramienta para reforzar el estado de Derecho por la vía de contribuir a
la claridad de las normas y las resoluciones. “Hemos pensado en los ciudadanos
en general, que el lenguaje jurídico sea claro o no depende el Estado de
Derecho”, afirma el director del Diccionario del Español Jurídico. Aunque Muñoz
Machado es consciente de que no habrá un ejemplar de su obra en cada hogar, sí
considera que “todos los juristas, y también los periodistas”, deberían
disponer de este.
El español jurídico, pese a lo complicado que resulta para
el ciudadano no versado en leyes, es, de largo, el lenguaje técnico que más
influencia tiene en el idioma común. En el Diccionario de la Real Academia
Española, casi una décima parte de las entradas y acepciones llevan la marca
Der., de Derecho. Sin embargo, la corporación mantenía desde su fundación en
1713 una deuda con el lenguaje legal. El miércoles, ese compromiso de tres
siglos quedó saldado con la presentación del Diccionario del Español Jurídico
(DEJ), en el que, por primera vez, se emplean criterios lexicógráficos a más de
30.000 términos de todas las ramas de esta ciencia, a la vez técnica y
humanística.
Ilustración de Fernando Vicente |
En la obra, dirigida por el secretario de la RAE y
catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad Complutense, Santiago
Muñoz Machado, han participado 150 juristas punteros, procedentes tanto de la
universidad como de la judicatura —entre los colaboradores abundan los letrados
del Tribunal Supremo—. En tiempo récord, desde noviembre de 2014, cuando la RAE
firmó un convenio con el Consejo General del Poder Judicial para mejorar la
calidad literaria y expositiva de autos y sentencias, han puesto en pie un
monumental compendio léxico.
La obra no está concebida para un lector concreto, sino como
una herramienta para reforzar el estado de Derecho por la vía de contribuir a
la claridad de las normas y las resoluciones. “Hemos pensado en los ciudadanos
en general, que el lenguaje jurídico sea claro o no depende el Estado de
Derecho”, afirma el director del Diccionario del Español Jurídico. Aunque Muñoz
Machado es consciente de que no habrá un ejemplar de su obra en cada hogar, sí
considera que “todos los juristas, y también los periodistas”, deberían
disponer de este.
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