martes, 20 de septiembre de 2016

Hablar en pelotas

Obra satírica atribuida a los hermanos Bécquer

La locución “en pelota” ya la recogía el diccionario de Francisco Sobrino en 1705 con el significado de “en cueros”. Y la primera obra de la Academia la incorporó poco después (1737) como “modo adverbial que vale ‘totalmente desnudo o en cueros”.

Tal uso de “en pelota” parece ser un derivado burlesco de “piel” (pellis, en latín), y desde luego no guarda ninguna relación etimológica con ciertas formas del cuerpo humano.

A Sancho Panza le quitaron el gabán y lo dejaron “en pelota” (el Quijote contiene cinco usos similares).

Sin embargo, una entendible etimología popular dio en la flor de extender el plural “en pelotas”, confundiendo la piel con sus redondeces. Los escritores rechazaron durante siglos esa versión vulgar (así la marca Manuel Seco en su Diccionario del español actual), salvo si deseaban precisamente reproducir un lenguaje popular.


Algunos novelistas incorporaron luego a su propio lenguaje la opción “en pelotas” (García Márquez entre ellos). Y la Academia (tras algún titubeo) da por buenas desde 2001 las dos posibilidades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario