martes, 18 de junio de 2019

Algunas soluciones ante las dudas que plantea el léxico con el fútbol femenino


El Mundial Femenino de Fútbol ha planteado algunas dudas sobre la flexión de algunas palabras que hasta ahora se referían a hombres. El problema se suele dar cuando el significante femenino destinado a denominar esa nueva situación se venía empleando ya con otro significado para designar una realidad previa: “el defensa” o “la defensa”; “el línea” o “la línea” (como ocurre con “el músico” y “la música” o “el gramático” y “la gramática”...). Por tanto, en cada caso concreto será necesario aplicar fórmulas adecuadas para reflejar el papel de las mujeres en el deporte y que a la vez no incurran en ambigüedad.

A continuación se muestran algunas opciones, que serán las adoptadas por El País.

martes, 11 de junio de 2019

La científica poetisa


  • Los hallazgos Ada Augusta Lovelace hicieron posible la creación de un primer modelo que serviría de base para la actual computadora



Ada Augusta Lovelace

Poca gente sabe que el poeta inglés Lord Byron tuvo una hija con la matemática y astrónoma Anna Isabella Milbanke. Tal y como cuentan, fue una hija no deseada por el poeta que, llevado por sus impulsos de calavera literario, rogaba al diablo que la hija naciera muerta.

Chismorreos aparte, la hija de Byron con el tiempo se convirtió en pionera de la programación informática, llegando a bautizar un lenguaje de computadora con su nombre. Vamos a contar su historia, tan electrizante como desastrosa, esto último debido a su afición por las apuestas hípicas.

Nacida en Londres, a principios de diciembre de 1815, Ada Augusta Lovelace heredó el carácter aventurero del padre y la capacidad numérica de la madre. Decía ser científica poetisa y su rebeldía e inconformismo, a la hora de no aceptar las pautas victorianas de los tiempos, llevaría a Ada a enfrentarse con uno de sus profesores, el matemático Augustus De Morgan; toda una eminencia de la época y primer presidente de la Sociedad Matemática londinense, al que Ada provocaba con sus preguntas; interrogantes que conseguían dejarlo en evidencia ante los demás alumnos. La incomodidad del reconocido matemático se hizo manifiesta cuando fue a ver a Lady Byron para llevar sus quejas acerca del comportamiento de su hija en las clases “Piensa como un hombre”, le dijo, lamentando con actitud machista la capacidad intelectual de Ada. Continúa