sábado, 9 de julio de 2016

A ver quién traduce esto (2): 14 expresiones que solo entendemos los españoles


Elena Horrillo
¿Por qué en casi todas las frases hechas en español referirse a la izquierda es algo negativo salvo en la expresión “tener mano izquierda”? Esa lógica pregunta se hacía una de las alumnas francesas de Alberto Buitrago, autor del libro Diccionario de dichos y frases hechas y profesor de español para extranjeros en la Universidad de Salamanca. Se le escapaba la excepción de esta locución que nace del toreo, donde el diestro toma el capote con la zurda.

resultado de la imagen de Diccionario de los dichos y frases Hechas“En el fondo este tipo de expresiones son las que distinguen a un buen hablante de una lengua, el hecho de que sepas utilizarlas y sobre todo que seas capaz de encajarlas en el contexto adecuado”, asegura Buitrago que, además de recogerlas en su libro, las enseña en sus clases por considerarlas fundamentales. Para hacerlo, es imprescindible ponerlas “siempre en contexto y muchas veces jugando con el sentido literal”. Las confusiones, cuenta, son muy habituales; no es lo mismo estar hecho polvo que echar un polvo, y es que encajar estas frases correctamente es un verdadero reto que hay que tomarse con paciencia y humor.

A buenas horas, mangas verdes
Es una de las expresiones más oídas por los impuntuales, vistan del color que vistan. Se utiliza para decirle a alguien, no solo que llega tarde, sino que lo hace completamente a destiempo, cuando la película ya ha empezado, el bar ha cerrado o cualquiera que sea el propósito de la cita ya no tiene ningún sentido. Para averiguar su origen hay que remontarse a tiempos de los Reyes Católicos y conocer a los cuadrilleros de la Santa Hermandad, considerados uno de los primeros cuerpos policiales organizados de Europa. Su uniforme se componía de un chaleco de piel y una camisa verde por lo que se les conocía como mangas verdes y su fuerte no era precisamente llegar y pillar a los delincuentes in fraganti.

Cada palo que aguante su vela
Según la definición de un Diccionario Marítimo Español de 1861, este modismo se refiere a “que cada uno desempeñe su encargo, por grave que sea, sin querer echarlo a hombros ajenos”. En lenguaje marítimo, señalaba que los distintos palos que hay en una embarcación deben sujetar sus correspondientes tipos de vela y no otros.

De higos a brevas
Esta expresión es la forma frutícola y un poco enrevesada de decir de tarde en tarde, apuntando al tiempo que pasa entre que una higuera dé brevas -finales de junio- y que ofrezca higos -finales de agosto-. Porque sí, ambos frutos salen del mismo árbol solo que en diferentes cosechas; la breva son higos que no llegaron a madurar la temporada anterior y se mantuvieron aguardando los primeros calores del año.

Ir de punta en blanco
 Nada tiene que ver con bodas, bautizos o comuniones y la blancura exigida en las vestimentas de los protagonistas sino más bien con el porqué llamamos a un cuchillo arma blanca. El Diccionario de refranes de Gonzalo Correas recogía ya en 1627 que cuando los caballeros acudían a la batalla llevaban sus armas de punta en blanco, que se diferenciaban de las de entrenamiento por la punta afilada y porque el acero pulido brillaba al sol con destellos blancos. El modismo se fue adaptando a la forma actual, que no requiere arma alguna -por el bien de las bodas, bautizos y comuniones- sino más bien de una correcta etiqueta.

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