Elena Horrillo
"Hay ropa tendida", "estar a dos velas"
o "ponerse las botas". Son expresiones en español que tienen en común
que su significado no es la suma de los significados de las palabras que la
componen. Eso y ser un caos para traductores, estudiantes de Erasmus y
extranjeros en general.
“Su significado tiene sobre todo contenido cultural y
social. Está intrínsecamente unido a la idiosincrasia local”, explica la
lexicógrafa de la Fundéu Celia Villar. Y pone de ejemplo el archiconocido
"timo de la estampita" que la RAE reconoce como expresión coloquial,
sinónimo de timo. “Un alemán, por ejemplo, no lo entiende, pero no por el
significado de la expresión en sí, sino porque el concepto de timo no es tan
habitual como para haber tenido la necesidad de crear una expresión que lo
defina”, asegura Villar.
Son construcciones que existen en casi todos los idiomas.
Cuando para los españoles caen "chuzos de punta" para los ingleses
‘rain cats and dogs’ (literalmente "llueven gatos y perros"); y
mientras los españoles tenemos "resaca", los alemanes "einen
kater haben" (exactamente "tienen un gato"). Ante estas cómicas
traducciones se encontraron Ignacio Ochoa y Federico López Socasau que
decidieron enfrentarse a estos giros lingüísticos con un poco de humor.
Escribieron From lost to the river,
haciendo el juego con la expresión "de perdidos al río", en el que
interpretan al inglés de modo literal esos modismos que realmente son
intraducibles.
Dorar la píldora. Antes de que la mayoría de las píldoras
tuvieran el recubrimiento insípido con el que cuentan hoy en día, los
farmacéuticos las doraban con sustancias dulces que dejaban una costra exterior
mucho más apetecible. De ahí su significado de adornar o edulcorar una
situación.
La ocasión la pintan calva. Las oportunidades nada tienen
que ver con la cabellera, pero lo cierto es que Fidias, el escultor griego,
representó calva a la diosa Ocasión, aunque solo en la zona de la nuca. Era una
forma de expresar que si se aprovechaba el momento -de frente- se la podía
coger de los cabellos pero una vez pasada ya no era posible.
Ponerse las botas. Se refiere normalmente a comer
copiosamente o a realizar alguna cosa de una manera opulenta. Su origen tiene
que ver directamente con el calzado ya que las botas, normalmente hechas de
piel, solo estaban al alcance de las clases más ricas, así que su posesión se
ha relacionado con la abundancia.
Hay ropa tendida. Aparte de una situación habitual y eterna
en todo piso de estudiantes que se precie, la referencia a la ropa tendida se
hace cuando puede haber alguien que no debería escuchar una conversación. Era
una expresión habitual en las prisiones para avisar de la presencia de
carceleros.
A palo seco. Aunque esta locución se usa normalmente en el
ámbito culinario cuando algo viene sin acompañamiento ni artificios, su origen
se encuentra en el terreno naval. Así se llamaba a navegar con las velas
recogidas en medio de un temporal de viento.
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