martes, 19 de diciembre de 2017

Jardiel, la risa inteligente

Enrique Jardiel Poncela y la actriz
Berta Singerman,
durante el rodaje de la película
 'Nada más que una mujer' (1934)
en Hollywood.
En el verano de 1932, el ya entonces afamado autor de comedias español Enrique Jardiel Poncela viajó a Hollywood para incorporarse a la plantilla de los estudios Fox como adaptador de guiones al castellano. La meca del cine estadounidense estaba en plena expansión y, a falta de sistemas de doblaje o subtitulado, necesitaba rodar dos o tres veces la misma película: de día, la versión original en inglés; de noche, las mismas escenas en otros idiomas. Pero Jardiel tuvo un problema al llegar: acostumbrado a escribir siempre en los bares y cafés de Madrid, se bloqueó cuando lo instalaron en una oficina y no era capaz de redactar una línea allí dentro. Así que la Fox tiró por la calle de en medio: ordenó a sus escenógrafos que reprodujeran un café madrileño en el despacho de su nuevo empleado.

Aquello fue mano de santo. Desde ese momento Jardiel empezó a versionar guiones sin parar (que en muchos casos mejoraban el original, según afirman los estudiosos de su obra) y su extravagante rincón de trabajo se hizo popular entre la fauna hollywoodiense con el nombre de Poncella's Office. Entre esa fauna estaban Charles Chaplin y los hermanos Marx, con quienes el madrileño congenió de forma especial por su disparatada manera de entender el humor, cuyo rastro puede advertirse en exitosas comedias posteriores de Jardiel como Un marido de ida y vuelta (1939), Eloísa está debajo de un almendro (1940), Los ladrones somos gente honrada (1941) o Madre el drama padre (1941).

Así era muchas veces la vida de Jardiel: descacharrante e inverosímil, como él quería que fuera su teatro. Y así se puede comprobar en una de las mayores exposiciones retrospectivas que se ha realizado hasta la fecha sobre su trayectoria, que se ha podido ver en Zaragoza este otoño con el nombre de Poncella's Office y que desde hoy hasta final de enero se muestra en la sede central del Instituto Cervantes en Madrid con otra denominación, Jardiel, la risa inteligente. Continúa en El País

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