domingo, 9 de noviembre de 2014

Los diccionarios se refundan en los tiempos de Wikipedia

Ilustración de Sciammarella
Si los diccionarios quieren ser alguien en la Red tendrán que mudar la piel. “Hay un cambio completo de paradigma. Hay que repensar el diccionario como herramienta y su papel como proveedor de información. Ha llegado la hora de preguntarse cuál será la fórmula futura olvidando el formato papel”, plantea Laurent Catach, director de ediciones digitales del francés Le Robert.


La hora también ha llegado para la RAE, justo ahora que acaba de poner en la calle su 23ª edición impresa del Diccionario de la lengua española —con una tirada inicial de 100.000 ejemplares— y que, como es tradición en la casa, deberían arrancar los trabajos para la 24ª. Pero hasta aquí la era Gutenberg. “Necesitamos cierto periodo de reflexión porque la tecnología está modificando la relación de las personas con la lengua”, señaló Darío Villanueva, secretario de la Academia. Villanueva tiene algo claro: la hegemonía impresa ha muerto. “El Diccionario será concebido y elaborado sobre una base digital, del que habrá ediciones en papel. El orden de los factores será distinto”.

Hasta ahora los productos virtuales emulaban, más o menos, el formato impreso. Un tránsito que ha servido para ir tirando unos años (las versiones digitales comenzaron alrededor del 2000, aunque antes se experimentó con otros formatos electrónicos como el CD-Rom) pero los expertos consideran que se ha agotado. Michael Proffitt, director del Oxford English Dictionary, explicó que en 2010 lanzaron una nueva plataforma que ha enriquecido el contenido digital con audios —se incluyen pronunciaciones inglesa y americana—, enlaces a contenidos relacionados, etimologías, información ortográfica e histórica o animaciones virtuales. En breve se incorporarán infografías. Leer más en El País

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