domingo, 4 de agosto de 2013

El agua, la árbitra


Emplear “este agua” en vez de “esta agua”: se trata de un error extendido en España y muy raro en América este de alterar el género del adjetivo determinativo cuando le sucede un sustantivo femenino que comienza por a tónica.
La doctrina académica es tan clara como el agua (o como esta agua): ante tal palabra y otras similares, estos determinativos deben ir en forma femenina (Diccionario panhispánico de dudas, en la entrada ‘agua’).
Las palabras que empiezan por a tónica (es decir, la que recibe el acento prosódico o acento de voz) van precedidas de artículo masculino o adjetivo determinativo femenino. Pero de repente llegan las excepciones. ¿Qué hacemos con los artículos y los adjetivos que precedan a la palabra árbitra, ahora que algunas han ascendido de jueces de línea (o juezas, si se prefiere así) a colegiadas? Con arreglo a la norma, deberíamos decir “el árbitra”. ¿O preferimos “la árbitra”? ¿O “la árbitro”? ¿Y “este árbitra”?
Bibiana Steinhaus, primera mujer que dirige un partido
en la máxima categoría del fútbol alemán

La Nueva gramática (página 1.089) indica que “árbitra” cumple las condiciones fonéticas que desencadenan la aparición de la variante apocopada (normas que darían “el árbitra”), pero recomienda caminar por otros derroteros, porque árbitra “se usa con el artículo una, opción que se recomienda”. Y el Diccionario panhispánico precisa: “Con los sustantivos referidos a seres sexuados que han comenzado a usarse en femenino en los últimos años, no funciona ya, de manera espontánea, la norma que tradicionalmente asigna a los sustantivos femeninos que comienzan por /a/ tónica la forma el del artículo. Así, la mayoría de los hablantes dicen ‘la árbitra’, marcando el género de forma regular en el artículo, a la vez que queda explícito este en la terminación femenina del sustantivo”.

Pero podemos ir algo más allá, porque nos hallamos una vez más ante las diferencias entre género y sexo (tan difuminadas hoy en el léxico político y periodístico): esa distancia entre la gramática y la biología. Con la gramática en la mano, no distinguimos entre el águila y el águilo, ni entre el hacha y el hacho, ni entre el agua y el aguo. Pero sí entre el árbitra y el árbitro, ya que ambos tienen diferenciados tanto el sexo como el género, frente a lo que ocurre en los otros casos. Así que en esta oportunidad puede desdoblarse el artículo: la árbitra y el árbitro; y “este árbitro”, “esta árbitra”.

Por tanto, debemos decir, si queremos expresarnos conforme a la norma culta del idioma, “el agua” y “la árbitra”, “esta agua” y “esta árbitra”. Las reglas admiten sus excepciones, pero casi siempre las excepciones tienen a su vez una norma, o su explicación, su origen. Y cualquiera puede equivocarse, por supuesto. Incluso en el lugar menos adecuado. Uf

Leer más

Bibiana Steinhaus hace historia en la Bundesliga

La árbitra se convierte en la primera mujer que dirige un encuentro en la máxima categoría del fútbol alemán

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario