Supongamos que usted y yo hemos quedado para comer (y pagamos a escote, por supuesto). Yo llego tarde a la cita, así que me disculpo de esta manera: “Siento haber llegado tarde. Había una manifestación en mi barrio”. De tal modo, usted no tiene más remedio que entender que la manifestación ha causado mi retraso. Y sin embargo yo no había dicho eso.
La manifestación existía, en efecto, pero discurrió por una zona alejada del trayecto que yo debía seguir hasta el restaurante.
Si alguien me acusase de mentir por haber dado esa explicación, siempre podría responder que solo dije lo que dije: que había una manifestación en mi barrio.
Y eso se puede denominar “mentir contando hechos verdaderos”. Leer más
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