Llamamos extranjero a un alemán o a un canadiense, pero inmigrante a un rumano o un marroquí
ÁLEX GRIJELMO El País | 24 NOV 2013
CR: ¿Extranjero? ¿Inmigrante |
Cristiano Ronaldo no recibe el
apelativo de “inmigrante”, sino el de “extranjero”, pese a que técnicamente
cumple los requisitos del inmigrante. Lo mismo sucede con el brasileño Mazinho,
instalado en España tras su paso por el Celta. A su compatriota Diego Costa
incluso le ha propuesto el seleccionador de fútbol, Vicente del Bosque, que se
vista de rojo. No adjudicamos tampoco la palabra “inmigrante” a los altos
ejecutivos alemanes, franceses o italianos de BMW o de Crédit Lyonnais o de
Telecinco que dirigen esas empresas en España.
¿Extranjeros? ¿Inmigrantes? ¿Españoles? |
“Inmigrante”
se define en el Diccionario de la Real Academia así: “Que inmigra”.
Y en
“inmigrar” (del latín immigrare) leemos: “Dicho del natural de un país: llegar
a otro para establecerse en él, especialmente con idea de tomar nuevas colonias
o domiciliarse en las ya formadas”.
Dejando
al margen que la definición tal vez necesite un retoque, entendemos que serían
inmigrantes un alemán o un canadiense que se integraran en sus respectivas
colonias establecidas en España (el Diccionario no dice si han de ser grandes o
pequeñas); lo mismo que un ecuatoriano o un rumano que vienen a buscarse la
vida de obra en obra. Pero la aplicación de la palabra, a los unos sí y no a
los otros, refleja la distinta mirada con que los observamos.Leer más
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