Con la ola de frío que tenemos encima, con esas temperaturas
mínimas históricas –parece que esta vez sí que volvió el invierno- y esas
montañas de nieve que parecen más del paisaje nórdico que de este país del sur
de Europa, vamos a recordar algunas novelas que por su ambientación producen un
poco de fresquito. Atención, spoiler:
hay mucho del norte de Europa, que parecen estar algo más acostumbrados.
Claro que, antes de nada, dos clasicazos rusos, que por allí
también se estila el mercurio bajo cero: El doctor
Zhivago, de Pasternak, y La tormenta
de nieve, de Tolstoi. El primero, porque es imposible no recordar esta
historia de amor sin un manto de nieve encima, y el segundo, porque el escritor
mostró hasta qué punto nos pueden llevar las condiciones extremas para darnos
de cuenta de que, o nos conformamos, o seguimos para adelante.
A Orhan Pamuk le gusta el frío. En Turquía hace bastante, y
él lo retrató en Nieve, a costa de la
historia de un periodista envuelto en un pantanoso asunto con el terrorismo
kurdo de por medio.
Desde
Escandinavia recomendamos varias novelas negras donde el mal temporal también
juega su papel decisivo. Así ocurre en... Continúa en Librotea
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