Se editan los Diarios de juventud. Escritos.Traducciones, textos inéditos que revelan la independencia de la poeta y traductora
Zenobia Camprubí, hacia 1905 |
Su voz nítida sale del escondite. Se llama Zenobia Camprubí Aymar.Y aunque en el recuerdo colectivo es la esposa y sombra de Juan Ramón Jiménez, fue, en realidad, la luz y guía del gran poeta español. Era una mujer fuerte que sabía lo que quería para ella y para él. Lo revela ella misma en unos inéditos de sus diarios de juventud y en poemas, relatos y artículos de diferentes épocas que aclaran aspectos de su vida personal, sentimental y literaria, hasta crear un autorretrato desconocido.
“La vida es vana, / Un poco de amor, / Un poco de odio, / Y luego buenos días…”, dice en uno de sus poemas, escritos al principio con su letra cuidada, aunque ese trazo se haría más rápido con los años y se esparciría de palabras casi indescifrables.
Es el nuevo retrato que emerge en Zenobia Camprubí. Diario de Juventud. Escritos. Traducciones, con edición e introducción de Emilia Cortés Ibáñez, publicado por la Fundación José Manuel Lara, y colaboración de Carmen Hernández-Pinzón, sobrina nieta y representante de los herederos de JRJ y Camprubí. La obra llega hoy a las librerías y amplía la exposición Zenobia Camprubí, en primera persona, en el sevillano Museo de la Autonomía de Andalucía.
“Este libro es para que la veamos a ella. Para que nunca más esté escondida. Siempre hemos visto a Zenobia en función de Juan Ramón. Aquí se le ve a ella sola, porque antes de conocerlo a él ya era ella. Se casó y siguió siendo Zenobia. No le hacía falta ser De Jiménez. Fue una mujer inteligente, autónoma, fuerte, directa, clara y práctica. Y lo siguió siendo al lado del hombre que amó y la amó”, afirma Emilia Cortés, tras casi 15 años de investigación. Esta obra se suma a los tres diarios de correspondencia de Camprubí, a sus textosJuan Ramón y yo (1954) y a las traducciones que hizo de Rabindranath Tagore.
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