Un ambicioso estudio en que han participado unas 200 universidades certifica el brillante momento del género en español. Los creadores son eclécticos, indómitos y nativos digitales
JESÚS RUIZ MANTILLA | El país15 JUN 2015
Dotados de una identidad trémula, difusa, recelosos de las
dicotomías. Con la ventaja de haber llegado a ser casi nativos digitales y el privilegio de acortar la distancia entre las dos orillas. Alimentados por sus referentes vivos y en paralelo a la edad del tiempo, desde Góngora y sor Juana Inés de la Cruz a Lorca, Neruda, Rubén Darío o Alejandra Pizarnik y Ángel González… Respetuosos de las lecturas que les han ido esculpiendo, pero con el piolet empuñado para escarbar por sí mismos entre la siempre esquiva seducción del lenguaje. En guardia contra las etiquetas, buscando rabiosamente su propia voz, parece que la generación poética presente en español podría llegar a convertirse en una de las más vigorosas y brillantes de la historia. Aunque ellos se unan para responder con cautela y no creérselo, un tanto impresionados por el respeto a sus precedentes y el miedo al implacable juicio del futuro, son estudiosos como Remedios Sánchez García, de la Universidad de Granada, o Anthony L. Geist, de la de Washington, encargado de la selección poética, quienes han encuestado a 197 expertos de todo el mundo para elaborar El canon abierto (Visor).
El resultado: 40 poetas de todo el universo de La Mancha, nacidos después de 1970, ejemplo del empuje, la buena salud y dotados de un vigor generacional insólito. “Estamos ante un momento de polifonía singular y enriquecedora que va a ser difícil que se vuelva a repetir con similar fondo y forma”, afirma Remedios Sánchez. “Ya hemos definido la Edad de Oro y la de Plata. ¿Por qué no hablar de una nueva edad de platino?”, se pregunta Geist.El texto completo en El País
Yolanda Castaño (Santiago de Compostela, 1977) |
El resultado: 40 poetas de todo el universo de La Mancha, nacidos después de 1970, ejemplo del empuje, la buena salud y dotados de un vigor generacional insólito. “Estamos ante un momento de polifonía singular y enriquecedora que va a ser difícil que se vuelva a repetir con similar fondo y forma”, afirma Remedios Sánchez. “Ya hemos definido la Edad de Oro y la de Plata. ¿Por qué no hablar de una nueva edad de platino?”, se pregunta Geist.El texto completo en El País
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