- No estaría mal tomar del latín sus términos sobre la destrucción del subsuelo
Las Médulas (León), ejemplo del romano ruina montium, que hoy esconden tras el anglicismo fracking |
No parece inocente que a una
técnica inventada por los romanos hace 2.000 años la llamemos fracking.
Esta palabra esconde otras posibles y enmascara el verdadero significado de lo
que nombra.
La acción
referida por tal anglicismo consiste en fracturar el subsuelo inyectando agua y
sustancias químicas para causar así la afloración de gas. Ese procedimiento
cuenta con la oposición de los grupos ecologistas, temerosos de que se dañen
los acuíferos y de que aumente la tensión en las fallas geológicas.
¿Cómo lo
llamaban los romanos? Ellos disponían de los verbos frango, diffringo y refringo (cuyos participios eran fractus, diffractus y refractus), que compartían
en líneas generales los significados de “romper”, “despedazar”, “fraccionar”,
“rasgar” y “forzar”. El origen más remoto de todos ellos lo imaginamos en el
indoeuropeo bhreg, del que derivarán
tanto broken en
inglés como “brecha” en español y del que saldrá “fractura” (evidente familiar
de “fragmento” y de “infringir”). De esta línea dinástica forma parte fracking.
Vista general de Las Médulas |
Sin
embargo, aquella gente del siglo I prefirió designar esos trabajos mineros con
unas expresiones más ligadas a sus consecuencias: arrugia (“galería”),
voz prerromana de la que procede nuestro “arroyo” […], y ruina
montium (“derrumbe de
los montes”; o “derrubio”: erosión mediante el agua). […]
Algunos periodistas escriben
ahora la palabra inglesa aunque enseguida deban aclarar que se refieren a una
“fractura hidráulica”. En efecto, a fracking le falta la idea del agua, que se
puede reflejar en español con un solo vocablo porque tenemos al alcance de la
mano el elemento compositivo “hidro”, de origen griego, destinado a expresar
fenómenos relacionados con el agua: hidromasaje, hidroavión, hidrofobia,
hidratación...
Y la
acción de introducir algo a presión se llama “inyectar”, de donde obtenemos el
sustantivo “inyección”.
Por
tanto, cualquier persona que hable español con cierta competencia sabrá
entender qué significan “hidroinyección” o “hidrofractura” […].
[…]
Tampoco estaría mal volver la
vista hacia los romanos y recuperar del latín aquellos sustantivos precisos que
se referían a la destrucción de las montañas y a la creación de vías de agua
para socavar la tierra. Es decir, el derrubio, el derrumbe, la ruina. Eso
también es el fracking.
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