viernes, 18 de abril de 2014

Recuerdo de Gabriel García Márquez

Gabriel García Márquez
"Resultará, pues, muy fácil comprender que me costara trabajo ocultar la admiración y los nervios cuando García Márquez entró por la puerta de mi casa. Pero cumplí la consigna [de Joaquín Sabina] de no agobiar, no alabar, no pedir autógrafos. Fue una labor complicada, ya que García Márquez se comportó con una naturalidad y una simpatía dignas de mayores confianzas. Otros amigos, también obedientes, hicieron verdaderas contorsiones para conseguir fotografiarse con el maestro sin que él se diera cuenta. Debieron conseguirlo, porque al día siguiente el autor de Cien años de soledad comió con Beatriz de Moura, la editora de Tusquets, y resumió la crónica de nuestra fiesta de cumpleaños de la manera siguiente: <Es la primera vez desde hace 40 años que voy a un sitio y nadie me hace caso>". Lee el texto completo de Luis García Montero

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