Juan PECES8 ENE 2014 | El País
Una imagen compuesta para escenificar la lectura y, en general, la cultura como refugio |
En su nuevo ensayo, La utilidad de lo inútil, el italiano Nuccio Ordine
carga contra la “dictadura del provecho”, el utilitarismo de la educación y el
poco interés de la política por los bienes del espíritu.
La literatura, la filosofía y otros saberes humanísticos y
científicos no son inútiles, como cabría deducir de su progresivo destierro en
los planes educativos y presupuestos ministeriales, sino imprescindibles. “El
hecho de ser inmunes [dichos saberes] a toda aspiración al beneficio”
constituye, según el autor, “una forma de resistencia a los egoísmos del
presente, un antídoto contra la barbarie de lo útil, que ha llegado incluso a
corromper nuestras relaciones sociales y nuestros afectos más íntimos”.
“Llevo 24 años como profesor
intentando convencer a mis alumnos de que no se viene a la universidad a
obtener un diploma, sino a intentar ser mejores, esto es, a aprender a razonar
de forma autónoma”. Para Ordine, la transmisión del amor por el conocimiento es
un deporte de combate. Y eso implica desmontar algunas ideas materialistas
imbuidas por el sistema capitalista. “La gente piensa que la felicidad es un
producto del dinero. ¡Se engañan!”, afirma.
Dicha
pretensión se ha extendido ya a todos los ámbitos. “El utilitarismo ha invadido
espacios en los que que no debería haber penetrado nunca, como las instituciones
educativas”, denuncia el profesor calabrés. Y advierte: “Cuando se recorta el
presupuesto para las universidades, las escuelas, los teatros, las
investigaciones arqueológicas, las bibliotecas… se está cercenando la
excelencia de un país y eliminando cualquier posibilidad de formar a toda una
generación”. “¡es en las épocas de crisis cuando hay que
doblar el presupuesto para la cultura!”.
La utilidad de
lo inútil no es sólo un
argumentario contra la deriva del utilitarismo o el “satánico comercio”
(Baudelaire): es también un manual para superar lo que el autor del libro llama
“el invierno de la conciencia” y para recordar, con Montaigne, que “es el
gozar, no el poseer, lo que nos hace felices”. Leer más
No hay comentarios:
Publicar un comentario