Nadal da un "derechazo" |
El pie de foto dice que en la
imagen se ve un derechazo de Nadal, pero el lector aprecia claramente que
golpea la bola con la izquierda. Y los distintos comentaristas de las cadenas
que transmiten sus partidos hablan también de los golpes de derecha pese a que
se trate de un zurdo.
El lenguaje que aprendimos en la
época del gran Manuel Santana a la raqueta y el gran Juan José Castillo al micrófono
llamaba a ese golpe drive, tanto para el zurdo como para el
diestro. Esta palabra había llegado al tenis desde el inglés (drive
stroke, golpe
directo), y —con la misma indistinción de mano— se tradujo aquí años más tarde
como “derechazo”. El lenguaje del fútbol diferencia entre un derechazo y un
zurdazo, pero no el léxico del tenis. En este deporte, quien no esté viendo la
pantalla, quien lea las crónicas o escuche la narración por la radio puede
pensar que todos los jugadores son diestros.
La
primera acción de un zurdo que se estrene en el tenis consistirá sin duda en
golpear la pelota de la forma más natural para él: con la izquierda, y con la
parte anterior del antebrazo mostrada hacia delante, lo mismo que un diestro
daría su golpe más natural con el brazo derecho en la misma posición. Por todo
ello, el drive puede denominarse “golpe natural” (natural
stroke, oferta barata
para anglohablantes) y, con el tiempo, “un natural” (“un natural de Djokovic
supera a Federer”). Y tal uso para los tenistas zurdos y diestros haría fáciles
las comparaciones: “Nadal tiene mejores golpes naturales que Gasquet, quien sin
embargo le supera en el revés”; lo cual no impediría usar “derechazo” y
“zurdazo” según conviniera.
Ahora bien, una cosa es el
sistema de la lengua, que permitiría esa fórmula, y otra el empleo que cada
cual decida hacer de ella. Quizás a muchos eso del “natural” les suene poco
natural, paradójicamente; pero se les podría replicar que más raro será el
derechazo de un zurdo.
Juan José Castillo, periodista pionero en las retransmisiones televisivas de tenis |
Tal uso de “derechazo” forma
parte, no obstante, de una paulatina traducción de términos que en la época de
Juan José Castillo algunos creían intraducibles: lob se dice ya “globo”; smash se convirtió en “mate”; match
ball equivale a “bola
de partido”, el passing shot se describe como golpe “paralelo” o
“cruzado”, según su trayectoria (y en todo caso un “golpe pasante”); el deuce se suele presentar como “iguales a
40”, el game es sin duda ya un “juego”…
Los comentaristas suelen imitar
en un principio el léxico de los deportistas y de su entorno. Pero el genio del
idioma lo adapta todo cuando esa actividad se populariza. Entonces los
complejos iniciales ante el inglés se desvanecen y ya no hace falta
distinguirse con palabras selectivas. En este camino, aún se resisten algunos
términos del tenis, como set (“manga” avanza poco a poco), ace (o “saque ganador”) y tie-break
(“desempate”). Mientras
este proceso no se complete, Nadal golpeará de derecha con la izquierda. No
pasa nada. Lo importante es que la bolita entre. Leer más
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