ÁLEX GRIJELMO El País | 8 DIC 2013
El primer Diccionario (1734) incluía solo una definición de
novio o novia: “El recién casado, o inmediato a casarse”. Después se le empezó
a complicar el asunto a la Academia porque la realidad se transformaba. Hoy el
novio es en primera acepción solamente la “persona que acaba de casarse”
(“¡vivan los novios!”, se grita en el banquete). En la segunda acepción se
define como la “persona que mantiene relaciones amorosas con
fines matrimoniales”. Y
en la tercera, la “persona que mantiene una relación amorosa con otra sin
intención de casarse y
sin convivir con ella”. O sea, el periodo previo a la boda es ya tan largo que
caben una intención y su contraria.
En la
vida real tenemos el novio que va a casarse y vive con su novia, el novio que
va a casarse y no vive con su novia, el novio que no va a casarse y sí vive con
su novia. Y finalmente, el novio que no va a casarse y no vive con su novia. Y
por supuesto, la novia que no va a casarse y vive con su novio, la novia que
vive con su novia, el novio que vive con su novio… Y además pueden darse casos
de novios en que uno quiere casarse y el otro no.
Si algo
en la vida no está del todo claro, lo normal es que el Diccionario
lo note. Leer más
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