- La poeta uruguaya, de 95 años, es la quinta mujer que recibe
el premio
La poeta
uruguaya Ida Vitale (Montevideo, 1923) ha sido galardonada con el Premio
Cervantes 2018. El considerado como Nobel de literatura en castellano está
dotado con 125.000 euros. Inscrita en la tradición de las vanguardias
latinoamericanas, Vitale, cuya obra está caracterizada por poemas cortos, una
búsqueda del sentido de las palabras y un carácter metaliterario, es
representante de la poesía esencialista. El premio valora "su lenguaje,
uno de los más reconocidos en español".
Se
rompe una regla no escrita. Desde 1996, el Premio Cervantes solía alternar un
galardón español con uno latinoamericano. Pero si el año pasado lo recibió el
nicaragüense Sergio Ramírez —que este año ha formado parte del jurado— esta
edición ha sido para Vitale. Lo recogerá en abril en Alcalá de Henares
(Madrid).
“Los
españoles están igual de locos que en la época de la conquista”. Es lo que le
dijo Vitale a José Guirao, ministro de Cultura, cuando le comunicó esta mañana
el fallo. No hay duda de que lo recogerá, ha afirmado el ministro. “Es una
mujer que responde como pocas a su apellido”. Fue la reacción de una autora
verdaderamente abrumada por los premios que ha conseguido últimamente en
España: aparte del Cervantes, en España ha recibido el García Lorca en 2015 y el
Reina Sofía en 2016, dos reconocimientos prestigiosos para la literatura en
español. Además, la semana que viene recogerá en Guadalajara (México) el Premio
FIL de Literatura en Lenguas Romances.
Vitale
es la quinta mujer reconocida por este premio que ha sido concedido a 40
hombres. Hasta ahora lo habían recibido las españolas María Zambrano (1988) y
Ana María Matute (2010), la cubana Dulce María Loynaz (1992) y la mexicana
Elena Poniatowska (2013). Además, teniendo en cuenta que este año no ha habido
Premio Nobel de Literatura, el reconocimiento cobra especial relevancia para el
mundo de las letras.
Considerada
miembro de la llamada Generación del 45, junto con Mario Benedetti y Juan
Carlos Onetti, estudió Humanidades y se dedicó a la enseñanza. Fue profesora de
Literatura hasta 1973, cuando la dictadura la obligó a exiliarse en México
durante una década (1974-1984).
En
su larga carrera literaria ha escrito: La
luz de esta memoria (1949), primer poemario al que le siguieron Palabra dada (1953), Cada uno en su noche (1960), Paso a paso (1963), Oidor andante (1972), Jardín
de sílice (1980), la antología Fieles
(1976-1982), Elegías en otoño (1982),
Entresaca (1984), Parvo reino (1984), Sueños de la constancia (1988), Serie
del sinsonte (1992), Procura de lo
imposible (1998), Reducción del
infinito (2002), Plantas y animales
(2003), o El Abc de Byobu (2005).
En
septiembre de 2010, publicó en España Mella
y criba (poemario). Entre sus ensayos, destacan Arte simple (1937), El
ejemplo de Antonio Machado (1940), Cervantes
en nuestro tiempo (1947), La poesía
de Basso Maglio (1959), M. Bandeira,
C. Meirles y C. Drummond de Andrade: Tres edades en la poesía brasileña actual
(1963), La poesía de Jorge de Lima
(1963), La poesía de Cecilia Meireles
(1965). Más
La palabra
Expectantes
palabras,
fabulosas
en sí
promesas
de sentidos posibles,
airosas,
aéreas,
airadas,
ariadnas.
Un
breve error
las
vuelve ornamentales.
Su
indescriptibles exactitud
nos
borra.
Poema
extraído de su libro Oidor andante
(1972)