lunes, 19 de marzo de 2018
sábado, 17 de marzo de 2018
Los últimos superventas en español que surgieron de Internet
- Elísabet Benavent, Eva García Sáenz de Urturi y Javier Castillo despachan centenares de miles de libros de sus sagas y novelas sobre temáticas de misterio y romanticismo
Eva García |
Por los terrenos de la picardía desinhibida del chick lit y el misterio de toda la vida
se desenvuelven los nuevos fenómenos de venta en español. Perdón por lo de chick lit, no se ha explicado de qué va:
se trata de un tipo de narrativa cercana al género de la novela romántica que
dio lugar a productos como El diario de
Bridget Jones y la serie Sexo en
Nueva York, consumidos sobre todo por un público femenino. Es lo que domina
en su ágil versión post castiza la valenciana Elísabet Benavent y sus novelas
con las protagonistas Valeria, Martina, Silvia o Sofía, con más de un millón de
ejemplares vendidos en cuatro años en España y América Latina, según la
editorial Suma de Letras. Javier Castillo y Eva García Sáenz de Urturi son
otros dos nombres relevantes con cientos de miles de libros en español
vendidos.
Elísabet Benavent |
Se trata de los tres nuevos grandes magos del best seller en español. Escriben rápido.
Comenzaron sin apenas esperar nada dentro de la literatura y lo vendieron todo
en tiempo récord. Dominan las redes sociales, convocan colas interminables, han
sido traducidos a varios idiomas, prefieren las sagas y las trilogías a la
novela cuyo destino se reduce a sí misma. Han dado con la fórmula que muchos
anhelan. Pero con distintos géneros.
Javier Castillo |
Si Eva García (Vitoria 1972) y Javier Castillo (Málaga,
1987) exploran el misterio, Elísabet Benavent (Gandía, 1984) enreda las
relaciones interpersonales con un talento y un descaro que conecta con los
lectores. La primera publica en Planeta y ha triunfado con La saga de los longevos y la Trilogía
de la ciudad blanca. Castillo y Benavent son las estrellas de Suma de
Letras. El malagueño se ha convertido en el rey de las listas este mes con El día que se perdió la cordura y El día que se perdió el amor. Su
compañera de sello muestra un largo catálogo de 17 títulos que llevan nombre de heroínas perfectas para
millenials y -también- para sus madres. Continúa en El País
miércoles, 7 de marzo de 2018
Siete libros de mujeres que alzan la voz
- Una selección de títulos firmados por escritoras,
periodistas y activistas que hablan a unos lectores que están más dispuestos
que nunca a escucharlas
Flavita Banana |
En las librerías los tradicionales —y reducidos— estantes
reservados a la categoría Feminismo han ido extendiéndose hasta llegar a los
escaparates. Y no se trata solo de libros sobre teoría feminista. En los
últimos años se han publicado decenas de títulos escritos por mujeres que
tratan temas que tradicionalmente se callaban. Escritoras que no solo cuentan
historias, sino que también utilizan sus páginas para levantar la voz o dársela
a otras mujeres acostumbradas a callar.
Algunos se escribieron hace años y ahora se reivindica a sus
autoras. Muchos se han publicado o traducido en los últimos meses, aprovechando
el interés. No son libros para mujeres ni que solo deban leer ellas. Son
títulos firmados por escritoras, periodistas y activistas que hablan a unos
lectores que ahora están más dispuestos que nunca a escucharlas.
1. Los hombres me explican cosas, de Rebecca Solnit
Rebeca Solnit no solo ha alzado la voz contra un
comportamiento machista, sino que, además, le ha dado nombre: mansplaining. El
término hace referencia a ese acto masculino de explicar cosas a las mujeres,
generalmente con un tono paternalista y condescendiente, sin preguntarse si
ellas saben algo del tema. O incluso más que ellos. Aunque ahora su uso está
muy extendido —e incluso tiene equivalente en castellano, “machoexplicación”—.
Todo surge de una anécdota que vivió la propia Solnit, cuando un señor intentó
explicarle de qué iba un libro que él no había leído y que ella había escrito.
El ensayo Men explain
things to me (Los hombres me explican
cosas), que da nombre al libro, que reúne otros artículos de la autora,
puede leerse aquí.
martes, 6 de marzo de 2018
La distopía se abre paso entre los autores españoles
- Ray Loriga, Menéndez Salmón o Andrés Barba renuevan la tradición con temáticas de hoy
La distopía que ha eclosionado en series de televisión de
audiencia masiva como El cuento de la
criada o Black Mirror también
busca su camino en los teclados de escritores españoles que están aportando
argumentos a la renovación del género. Si Rendición,
de Ray Loriga, sigue su camino de éxito tras lograr el premio Alfaguara hace un
año, Ricardo Menéndez Salmón repite género con Homo Lubitz tras ganar el premio Biblioteca Breve con El Sistema (ambas en Seix Barral). Y
Andrés Barba también se ha alzado con el premio Herralde de Anagrama con República luminosa. Tres ejemplos de
autores muy dispares pero que han buscado en mundos ajenos, a veces imprecisos,
a veces innombrados, regidos por códigos futuristas o simplemente divergentes
la plasmación de universos que podemos temer por intervencionistas en contra de
nuestras certezas y libertades.
“La ciencia ficción se ocupa en
verdad del presente”, suele decir Margaret Atwood, que vive ahora el éxito
mundial de un libro, El cuento de la
criada, que publicó en 1985. Tanto Atwood como Los juegos del hambre, la trilogía Divergente, Insurgente y Leal (RBA) y otros autores han renovado
en los últimos años las temáticas que se extendieron en el siglo XX (el
totalitarismo visto por Orwell o el hedonismo, por Huxley) para poner sobre la
mesa urgencias de hoy como la discriminación sexista, el control tecnológico,
la destrucción arbitraria o el cambio climático.
Menéndez Salmón elige un mundo
futuro, principalmente asiático, para situar la sumisión a un poder arbitrario
en el que el beneficio económico como bien supremo justifica la muerte
colectiva, y ésta además se desviste de relevancia a manos de asesinos
igualmente arbitrarios como Lubitz, el piloto que estrelló su avión contra los
Alpes. Barba –que considera su libro utópico y no distópico- dibuja un pueblo
indefinido en el que unos niños matan, destruyen y aterrorizan a la población
(¡increíble premonición!). Loriga pinta una ciudad transparente, metáfora de
este universo de exhibición y extimidad en redes, en la que los sentimientos
languidecen a cambio de paz. Continúa en El País
La distopía que ha eclosionado en series de televisión de
audiencia masiva como El cuento de la
criada o Black Mirror también
busca su camino en los teclados de escritores españoles que están aportando
argumentos a la renovación del género. Si Rendición,
de Ray Loriga, sigue su camino de éxito tras lograr el premio Alfaguara hace un
año, Ricardo Menéndez Salmón repite género con Homo Lubitz tras ganar el premio Biblioteca Breve con El Sistema (ambas en Seix Barral). Y
Andrés Barba también se ha alzado con el premio Herralde de Anagrama con República luminosa. Tres ejemplos de
autores muy dispares pero que han buscado en mundos ajenos, a veces imprecisos,
a veces innombrados, regidos por códigos futuristas o simplemente divergentes
la plasmación de universos que podemos temer por intervencionistas en contra de
nuestras certezas y libertades.
“La ciencia ficción se ocupa en
verdad del presente”, suele decir Margaret Atwood, que vive ahora el éxito
mundial de un libro, El cuento de la
criada, que publicó en 1985. Tanto Atwood como Los juegos del hambre, la trilogía Divergente, Insurgente y Leal (RBA) y otros autores han renovado
en los últimos años las temáticas que se extendieron en el siglo XX (el
totalitarismo visto por Orwell o el hedonismo, por Huxley) para poner sobre la
mesa urgencias de hoy como la discriminación sexista, el control tecnológico,
la destrucción arbitraria o el cambio climático.
Menéndez Salmón elige un mundo
futuro, principalmente asiático, para situar la sumisión a un poder arbitrario
en el que el beneficio económico como bien supremo justifica la muerte
colectiva, y ésta además se desviste de relevancia a manos de asesinos
igualmente arbitrarios como Lubitz, el piloto que estrelló su avión contra los
Alpes. Barba –que considera su libro utópico y no distópico- dibuja un pueblo
indefinido en el que unos niños matan, destruyen y aterrorizan a la población
(¡increíble premonición!). Loriga pinta una ciudad transparente, metáfora de
este universo de exhibición y extimidad en redes, en la que los sentimientos
languidecen a cambio de paz. Continúa en El País
lunes, 5 de marzo de 2018
El español no es de España
- Incluir la promoción de la lengua en la Marca España puede
herir, con razón, a los socios latinoamericanos
Es buena noticia que el Gobierno se haya percatado al fin de
que la cultura y —por extensión— el español es el gran activo de este país a la
hora de forjar una mejor imagen en el exterior y una visibilización de su
valor. Ningún otro país comparte con España el alto potencial que supone para
sus negocios, para su impacto cultural y su imagen la existencia de una
comunidad como la hispanohablante: 570 millones de personas hablan español como
primera lengua en más de 20 países de todo el mundo y se calcula que serán más
de 700 en 30 años. Pero el material es harto sensible: monopolizar la promoción
del español dentro de la Marca España puede herir, con razón, a nuestros socios
latinoamericanos, tan dueños de esta lengua como los españoles.
El Alto Comisionado para la Marca
España, dependiente de Exteriores, ha anunciado que pasará a denominarse “para
la Marca España y la Promoción del Español”. Para ello se propone diseñar una
estrategia, impulsar un Erasmus Iberoamericano, nombrar embajadores “del
español” y crear una plataforma digital. Pero el español no es patrimonio de
España, sino de todos los países hispanoablantes, y es crucial que en una
genuina batalla por este idioma España esté en pie de igualdad con todos ellos.
Solo de la mano, esta lucha será justa y productiva. Continúa en El País
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