Cuando al autorretrato se le llamaba autorretrato, Frida Khalo pintó el suyo |
De los pololos a las hombreras. Solemos creer que es la moda
la que define cada generación. En realidad, "son nuestras palabras las que
nos visten", explica Mar Abad, autora del libro De estraperlo a #postureo (VOX). Ha recopilado los términos más representativos
de las últimas cuatro generaciones en España.
En la generación silenciosa (aquellos nacidos en los años 20
y 30 del siglo pasado) se podían ganar unas "perras chicas" siendo
"paragüero" o "afilador". Y las muchachas
"peripuestas" vestían "pololos".
Los baby boomers,
nacidos en las décadas de 1940 y 1950, iban en Vespa a los
"guateques" luciendo sus mejores "niquis".
La generación X (nacidos en los 1960 y 1970) se llenó de
"yuppies" sintiéndose "guay" porque hacían
"footing". A otros les parecía "dabuten" darlo todo
bailando a ritmo de "bakalao".
Los millennials (nacidos en los 80 y 90) se hacen
"selfis" para olvidar que, con suerte, llegarán a ser
"mileuristas".
Y al autorretrato se le llamó selfi |
Hay cosas que no cambian. De las revistas que enseñaban a
las mujeres a estar siempre guapas -"peripuestas"-, hemos pasado a
los tutoriales de belleza en YouTube.
Viajar a través de las palabras nos permite confirmar que la
sociedad también avanza de forma cíclica. El vocabulario de la generación
silenciosa quedaba marcado por el hambre ("estraperlo",
"puchero") y por la moral de la época ("pecaminoso",
"descocarse"). Ahora se habla de "precariado" y
"ninis" y las nuevas reglas morales también conquistan el lenguaje
("poliamor", "sexting"). Los términos que inventan sirven
para referirse a los mismos temas. Mientras tanto, dos generaciones intermedias
como los baby boomers y los X se han
centrado en términos más relacionados con el consumo, el hedonismo y la
apertura de las comunicaciones: "molar", "guay",
"buga" y "emoticonos".
Al hacer un glosario para cada una de estas generaciones, la
periodista se ha dado cuenta de que, curiosamente, son los jóvenes los que
siempre definen el nuevo vocabulario. "[La adolescencia y primera
juventud] es el momento en la vida en que buscamos independizarnos de nuestros
padres. Tener nuestros propios códigos garantiza esa autonomía", explica.
Lo que es coloquial en una generación termina convirtiéndose
más adelante en vocabulario habitual. "Solo que cada vez ocurre más
rápido", dice. Antes de internet,
"esa evolución era muy lenta y dependía del boca a boca y de los medios de
comunicación". Con las redes sociales "se ha acelerado el
proceso" y ya no hace falta esperar ni una sola generación. Más en El País
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