- Verbos mal conjugados, concordancias eludidas… El que tiene boca (para cantar) también se equivoca.
Vaya por delante una aclaración, de buen rollito: no hace falta llamarse Lope ni Garcilaso para escribir la letra de una buena canción pop. Dicho lo cual, reconozcamos que incluso nuestros autores más acreditados han cometido patinazos llamativos, sobre todo en lo tocante a conjugaciones verbales, concordancias y esas cositas que tiene esta hermosa y cervantina lengua nuestra.
Aquí hemos recopilado unos cuantos, a título de curiosidad. Sin ánimo de incordiar, pues, y solo por sugerir mejoras en nuestro acervo (que no acerbo) lingüístico, anoten esta decena de fallos. Admitiendo de antemano eso de que “el que tiene boca se equivoca”.
1. Mecano: “Tú contestastes que no” (de La fuerza del destino, 1988). Las canciones de estos mozalbetes darían para un artículo entero sobre versos dudosos, chirriantes o fallidos, pero ninguno tan flagrante como ese “te dije, nena, dame un beso / tú contestastes que no” (lo correcto es contestaste) que nos endiñaron en la famosa La fuerza del destino. Ay, esas eses bravías en las segundas personas del singular del pretérito de indicativo, cuánto daño han hecho… (“Fuistes lluvia y fuistes flor”, aseguraba Mari Trini, a menudo tan buena escritora, en su Canción vieja). El tema de Mecano, seguramente uno de los más repelentes que haya escrito nunca Nacho Cano (en modo “macho Alfa”), incluye otros versos tan líricos como “estas son solo un par de estrechas” o “no sé si esa cara tan rara / un ojo aquí y un diente allá”. José María, el hermano sesudo, era en cambio capaz de escribir perlas como “La cara vista es un anuncio de Signal” (Me cuesta tanto olvidarte).
Vaya por delante una aclaración, de buen rollito: no hace falta llamarse Lope ni Garcilaso para escribir la letra de una buena canción pop. Dicho lo cual, reconozcamos que incluso nuestros autores más acreditados han cometido patinazos llamativos, sobre todo en lo tocante a conjugaciones verbales, concordancias y esas cositas que tiene esta hermosa y cervantina lengua nuestra.
Aquí hemos recopilado unos cuantos, a título de curiosidad. Sin ánimo de incordiar, pues, y solo por sugerir mejoras en nuestro acervo (que no acerbo) lingüístico, anoten esta decena de fallos. Admitiendo de antemano eso de que “el que tiene boca se equivoca”.
1. Mecano: “Tú contestastes que no” (de La fuerza del destino, 1988). Las canciones de estos mozalbetes darían para un artículo entero sobre versos dudosos, chirriantes o fallidos, pero ninguno tan flagrante como ese “te dije, nena, dame un beso / tú contestastes que no” (lo correcto es contestaste) que nos endiñaron en la famosa La fuerza del destino. Ay, esas eses bravías en las segundas personas del singular del pretérito de indicativo, cuánto daño han hecho… (“Fuistes lluvia y fuistes flor”, aseguraba Mari Trini, a menudo tan buena escritora, en su Canción vieja). El tema de Mecano, seguramente uno de los más repelentes que haya escrito nunca Nacho Cano (en modo “macho Alfa”), incluye otros versos tan líricos como “estas son solo un par de estrechas” o “no sé si esa cara tan rara / un ojo aquí y un diente allá”. José María, el hermano sesudo, era en cambio capaz de escribir perlas como “La cara vista es un anuncio de Signal” (Me cuesta tanto olvidarte).
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