Insultar en las redes sociales no es libertad de expresión, sino una manera de difamar de gente que se nutre, como parásitos, de la fama de los demás y no construye una sociedad más sincera, sino peor
[…] La educación en la web, mejor dicho, la educación para
la web, todavía está naciendo. La elección de utilizar un lenguaje en vez de
otro es fundamental. Cada contexto tiene su lenguaje y el de las redes
sociales, por directo que sea no es en absoluto coloquial. Se nutre de la
ficción de hablar confidencialmente a cuatro amigos, pero en realidad todo lo
que se dice se multiplica inmediatamente hasta el infinito, y resulta ser por
tanto el más público de los discursos. No se trata de ser hipócritas o políticamente
correctos, sino de comprender que utilizar un lenguaje disciplinado, no
agresivo, es construir un modo de estar en el mundo. [...].
El modo en que hablo, las cosas que digo, y sobre todo cómo las digo, las
palabras que utilizo, harán del mundo en el que vivo uno idéntico al que está
conectado a mis palabras. Si utilizo (no si conozco, sino simplemente si
utilizo) 100 palabras, mi mundo se reducirá a esas 100 palabras. Nosotros somos
lo que decimos. Por tanto el lenguaje soez, el insulto o la agresividad no
construyen una sociedad más sincera sino una sociedad peor. Seguramente, más
violenta. Los comentarios biliosos de los usuarios de Facebook y Twitter solo
aportan bilis y veneno a las vidas de quien los escribe y de quien los lee. [...] La verdad es que si repites en público las sandeces dichas en privado
no es que seas sincero y los demás hipócritas, eres sencillamente maleducado y,
en muchos casos, irresponsable.
No es libertad -ni mucho menos libertad de expresión- insultar. Es difamación. [...]. La democracia es
responsabilidad y estoy convencido de que las reglas y la marginalización -no la
represión- de la violencia y de la trivialidad salvarán la comunicación en las
redes sociales. El que quiera usar la red social solo para hacer matonismo
mediático podrá abrir su fight club
personal, sin nutrirse -como un parásito- de la fama de los demás.
*Roberto Saviano es periodista y escritor italiano.
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