La más reciente medalla
con distintivo negruzco
no ha pensionado al canalla.
De virus, dolor y muerte,
como su alma desalmada,
va lleno el ataúd oscuro
carretera de la nada.
En el pudridero hediondo,
gloria del prócer quincalla,
todos sus honores apestan.
Chatarra,
baratija,
vana
sombra,
nadilla.
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He aquí el ejemplo fidedigno de porqué España es lo que es y va a seguir siendo, según parece.
ResponderEliminarMuere un torturador convicto y confeso en la cama... ¡Y con todos sus putrefactos honores y medallas! Valiente democracia!
Me gusta lo que has escrito Juan, también me gusta que el bicho haya matado al bicho
ResponderEliminarBravo por el poeta. Bravo por la poesía
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