La Academia completa la nueva edición del DRAE, que se publicará en octubre con 95.000 voces
Es la versión más revisada de la historia con 100.000 enmiendas
TEREIXA CONSTENLA Madrid 14 MAR 2014
Más voces, más acepciones, más americanismos, más debate lexicográfico y lingüístico, más matices, más, más, más... la 23ª edición del Diccionario de la Real Academia, ya completada y que verá la luz en octubre, se caracteriza por sus impresionantes números (93.000 voces, es decir 5.000 más que en la edición anterior de 2001; 100.000 enmiendas, 200.000 acepciones...) pero también por sus pequeñas revoluciones, como la de añadir la palabra “malsonante” a ciertas voces rodeadas de controversia social, tales como mariconada.
Más voces, más acepciones, más americanismos, más debate lexicográfico y lingüístico, más matices, más, más, más... la 23ª edición del Diccionario de la Real Academia, ya completada y que verá la luz en octubre, se caracteriza por sus impresionantes números (93.000 voces, es decir 5.000 más que en la edición anterior de 2001; 100.000 enmiendas, 200.000 acepciones...) pero también por sus pequeñas revoluciones, como la de añadir la palabra “malsonante” a ciertas voces rodeadas de controversia social, tales como mariconada.
Es el Diccionario más modificado de las 23 ediciones de su historia: incorporará 100.000 enmiendas aunque en este bloque se incluyan desde cambios menores, como la supresión de una coma, a otros radicales, como la eliminación de palabras caídas en desuso (bajotraer: “abatimiento, humillación, envilecimiento”) o la incorporación de americanismos como jonrón (del inglés home run), muy utilizado en países de América con gran afición al béisbol.
El 10% de las 200.000 acepciones son americanismos. “Queremos que sea el Diccionario de referencia para todo el mundo. Se nos criticaba que en el lenguaje del deporte estaban sobre todo representados los de España y en esta edición hemos introducido términos americanos”, explica el secretario de la RAE, Darío Villanueva. En la elaboración del texto, que también experimentará modificaciones formales (en formato, tipografía y presentación, entre otras), han participado las 22 academias de la lengua española.
Puede que algunos cambios lexicográficos contenten demandas de colectivos —se eliminan acepciones sexistas del tipo de femenino: “débil, endeble”, masculino: “varonil, enérgico”, huérfano: “Dicho de una persona de menor edad: a quien se le han muerto el padre y la madre o uno de los dos, especialmente el padre”— pero el director del DRAE, el académico Pedro Álvarez de Miranda, subraya que desaparecen porque han dejado de ser “definiciones veraces”.
Continuarán términos que irritan por hirientes porque siguen circulando en la lengua, aunque se puntualizan con una marca: mariconada aparecerá identificada con la mencionada etiqueta de “malsonante”. “Hay que procurar no herir la sensibilidad de nadie pero la lexicografía no puede hacer dejación de su responsabilidad, que es consignar lo que en la lengua existe”, señala Álvarez de Miranda, responsable desde 2011 del DRAE. “El lexicógrafo que recoge en un Diccionario la palabramaricón no es homófobo. Esa palabra existe”, añade. Leer más
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