Como el marinero
y náufrago Ishmael [narrador de Moby Dick],
Lázaro empieza por declarar su nombre: “Pues sepa vuestra merced ante todas
cosas que a mí llaman Lázaro de Tormes”. En ambos casos hay un tono imperativo,
un interlocutor cercano y una sospecha o una evidencia de impostura. Ishmael no
asegura que ese sea su nombre: tan solo nos insta a llamarlo así. El “vuestra
merced” de Lázaro está tan presente en la primera línea de la historia como el
vosotros o el tú —“call me Ishmael”— del narrador de Melville. Ishmael puede
estar ocultándose tras un nombre supuesto, pero el autor de la novela no finge
que sea un personaje real. Lázaro juega a presentarse como el narrador de su
propia peripecia. Cuenta en primera persona, y en la portada del libro no hay
más nombre que el suyo. No es un autor anónimo, sino apócrifo […].
Cartel de la película (1956) basada en la novela de Herman Melville |
La novela es un formidable
universo en expansión que abarca ya cinco siglos, pero en el origen de esa
inmensidad todavía viviente —¿quién puede saber cuántas novelas se han escrito,
cuántas se están escribiendo y leyendo ahora mismo?— hay un Big Bang, un punto
ínfimo, un libro muy breve y de pequeñas dimensiones que parecía tener y
reclamar para sí tan poca importancia como la vida de su narrador y
protagonista, un don nadie, un desecho social, un pregonero de Toledo dócil y
cornudo, uno de los últimos entre los últimos, hijo de un preso por ladrón y de
una mujer amancebada con un esclavo negro.
Qué
extraordinaria expresión castellana, don nadie. Podría ser el título de una
novela metafísica. Hasta el Lazarillo, hasta la plena irrupción de la novela
picaresca y el Quijote y sus inmediatos derivados en
Inglaterra y luego en el mundo, las ficciones trataban de personajes
socialmente exaltados, reyes o príncipes, poderosos a caballo, etcétera. Con
Lázaro de Tormes, con la novela, llegan a la literatura los don nadies, los que
no cuentan, los de abajo, los tarados, los excluidos, las mujeres. Lo que hacen
las novelas es contar las historias de los que por su poco relieve social
carecen de ellas. Leer más